BOGOTÁ, martes, 13 febrero 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia en Colombia pidió el pasado 8 de febrero al Estado defender a la familia, tras un fallo divulgado el miércoles por el Tribunal Constitucional, que reconoce derechos patrimoniales propios del matrimonio a las parejas homosexuales.
La Conferencia Episcopal colombiana se refirió a un fallo que acogió las uniones libres del mismo sexo y garantizó los derechos patrimoniales de las parejas homosexuales que hayan convivido al menos dos años.
«La Iglesia Católica espera que se proteja la familia y sus derechos en el marco del fallo de la Corte Constitucional de Colombia que garantiza los mismos derechos patrimoniales a las parejas homosexuales y a las heterosexuales», manifestó el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga.
Previamente, monseñor Castro Quiroga había señalado que «el que haya una solución al patrimonio y una solución a la seguridad social de estas parejas es algo muy comprensible. Creo que en eso no hay nada que decir».
«Lo que no me parece bien es que todo eso se haga a través de una especie de matrimonio camuflado que no se puede aceptar, porque va a afectar directamente a la familia», añadió.
Monseñor Castro, arzobispo de Tunja, se declaró «muy sorprendido» con la decisión del tribunal y advirtió de que «había un proceso en el Congreso de la República en el que ese tema se discutía muy democráticamente y las instancias podían manifestarse».
El prelado dijo estar de acuerdo en que los homosexuales tengan los mismos derechos patrimoniales y de seguridad social que cualquier persona, pero pidió que el goce de esas atribuciones «no se haga a través de una especie de matrimonio camuflado».
«Parece que se quisiera introducir una figura matrimonial que no tiene sentido. Eso no se puede aceptar porque afecta a largo plazo a la familia, que es la célula fundamental de la sociedad», manifestó monseñor Castro.
Por su parte, el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Fabián Marulanda López, reiteró que los homosexuales «deben disfrutar de los mismos derechos de cualquier ciudadano del país».
Monseñor Marulanda López espera que la decisión «respete los derechos de la familia… y no lleve a reclamar la adopción (de menores) por parte de las uniones homosexuales».
Reiteró el pedido de que la unión entre personas del mismo sexo no se equipare al matrimonio entre un hombre y una mujer. «Sería grave que la sentencia abriera la vía para legalizar las uniones homosexuales», agregó.
Según el fallo de la Corte Constitucional difundido el siete de febrero, se autorizan los derechos patrimoniales para las personas del mismo sexo que hayan convivido al menos durante dos años.
El tribunal advirtió que su dictamen no significa una aprobación del matrimonio de parejas homosexuales, ya que esa es una atribución del Legislativo.
El fallo fue rechazado por la senadora Claudia Rodríguez, dirigente de las iglesias evangélicas, quien afirmó que «atenta contra la estabilidad jurídica colombiana», ya que la Corte Constitucional «se pronunció por varios años en diferentes oportunidades en sentido contrario».
El pronunciamiento de la Corte Constitucional respondió a una demanda de la organización «Colombia Diversa», que lucha por los derechos de los homosexuales.