KÖNIGSTEIN/BRNO, martes, 13 febrero 2007 (ZENIT.org).- Faltan sacerdotes y la familia afronta rupturas: es el panorama que enfrenta la Iglesia en la República Checa.
En su reciente visita a la obra de Derecho Pontificio «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN), el obispo de Brno (Moravia), monseñor Vojtech Cikrle, confirmó: «Tras la caída del comunismo, la situación de la Iglesia no es fácil en la República Checa».
«Tenemos sólo 25 seminaristas de las cinco diócesis bohemias y 70 de las tres diócesis de Moravia», especificó.
La semana pasada, un comunicado de la asociación internacional, recibido en Zenit, se hizo eco de la situación trazada por del prelado: «En mi diócesis, más del 50% de los aproximadamente 1,5 millones de habitantes están bautizados», si bien «la asistencia a Misa sólo se registra en unas 100 mil personas»
Responsable de Familia en la Conferencia Episcopal de la República Checa, el obispo Cikrle confirmó además que la vivencia que atraviesa la institución familiar en el país «no es diferente» de la del resto de Europa.
«En torno al 67% de los matrimonios se divorcian. Además, muchos de nuestros jóvenes no se casan porque no quieren atarse», aclaró.