LISBOA, lunes, 19 febrero 2007 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) considera que el «sí» al aborto en el referéndum del 11 de febrero «es signo de un acentuado cambio cultural».
Los obispos se reunieron en asamblea extraordinaria en Fátima el jueves pasado para analizar los resultados de la consulta popular.
Tras el encuentro, difundieron una nota pastoral en la que explican que en este referéndum «se ha manifestado una cultura que no se inspira en los valores éticos fundamentales», como es el «carácter inviolable de la vida humana, consagrado, por otra parte, en nuestra constitución».
Este cambio cultural tiene varias causas, constatan los obispos, entre las que se encuentra «la mediatización globalizada de la manera de pensar y de las corrientes de opinión; las lagunas en la formación de la inteligencia, dado que el sistema educativo no prepara para interrogarse sobre el sentido de la vida y las cuestiones primordiales del ser humano».
Los obispos achacan el fenómeno también «al individualismo en el uso de la libertad y en la búsqueda de la verdad, que influencia el concepto y el ejercicio de la conciencia personal, a la relativización de los valores y de los principios que afectan a la vida de las personas y de las sociedades».
Según la Conferencia Episcopal, «nuestra misión pastoral, con todos los medios a nuestro alcance, debe tener en cuenta este cambio cultural, pues sólo así ayudaremos a hacer que los grandes valores éticos sigan estando presentes en la comprensión y en el ejercicio de la libertad».
Los prelados lusos afirman que sus objetivos pastorales a partir de ahora serán los mismos de siempre: ayudar a las personas, iluminar las conciencia, crear las condiciones para evitar el recurso al aborto, legal o clandestino.
«El cambio de mentalidad interpela a nuestra misión de evangelización, sobre todo a la evangelización de los jóvenes, de las familias y de los nuevos dinamismos sociales. Toda la misión de la Iglesia tiene que pensarse cada vez más en el nuevo contexto de la sociedad. Hace falta creatividad y valentía, en la fidelidad a la misión de la Iglesia y a las verdades evangélicas que la guían».
A las mujeres encinta que tienen la tentación de abortar, y a los padres de sus hijos, los obispos les piden que no se precipiten.
«La decisión de abortar se toma, en la mayor parte de los casos, en la soledad y sufrimiento. Un hijo, que al inicio parece ser un problema, se convierte con frecuencia en una solución para su vida».
«Muchas mujeres que abortan sienten, más tarde, que si pudieran volver atrás evitarían este acto equivocado», por este motivo los prelados les invitan a «abrirse a alguien» y a reflexionar «con el diálogo en la gravedad de su decisión».
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Feb 19, 2007 00:00