PARÍS, miércoles, 28 febrero 2007 (ZENIT.org).- Profesores de centros universitarios católicos de todo el mundo están conectados durante dos semanas en un foro por Internet discutiendo sobre el diálogo intercultural en la educación.
Bajo el título «Diálogo intercultural en educación: experiencias prácticas y perspectivas teóricas», decenas de profesores de centros de todo el mundo, de Japón a Argentina, de Italia a Israel, están debatiendo los retos de la universidad católica ante un mundo cultural y religiosamente plural.
El foro es el quinto seminario electrónico de la http://www.fiuc.org/phorum-5.0.21/list.php?57, ACISE, y terminará el próximo 3 de marzo.
Zenit ha entrevistado a uno de los participantes y durante muchos años organizador de estos seminarios, el profesor Bart J. McGettrick, de Escocia.
McGettrick ha sido director del St Andrew College, en Escocia y Decano de Educación a la Universidad de Glasgow y Presidente de ACISE durante varios años.
Ahora está comprometido como consultor en materias educativas en muchas áreas y en varios países.
«Pienso que es útil para profesores de universidades católicas estar comunicados porque hay problemas comunes en las comunidades católicas, así como maneras muy diferentes en que éstos valores y problemas se reflejan en la práctica», afirma.
«Los ambientes sociales, culturales, políticos y económicos de cada contexto muestran cómo los valores cristianos tienen una gran relevancia para la sociedad moderna y el pensamiento. Es un deber de los educadores estar abiertos a estas ideas y compartir experiencias entre ellos y para los demás», añade.
Según el profesor McGettrick, «la Iglesia tiene el deber de tener una voz intelectual», que sea escuchada «por el amplio público como parte del pensamiento contemporáneo».
«Si la Iglesia no lo hace, las ideas y valores del mercado se convierten en dominantes y fuertes. Necesitamos pensar en tiempos que sean más sensatos y más equilibrados», sugiere.
«Necesitamos vivir en tiempos en los que podamos crecer desde nuestras raíces y podamos alcanzar a un mundo que actualmente está vacío de liderazgo fuerte», subraya el profesor.
«A nuestro alrededor hay confusión, debilidad y falta de valores éticos. Los profesores universitarios tienen el deber de proporcionar las orientaciones, y este seminario debe proporcionar algo de confianza para lograr este objetivo», concluye.