CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 1 marzo 2007 (ZENIT.org).- La Confederación de Caritas sigue ofreciendo ayuda a la gente obligada a abandonar sus casas debido a las inundaciones en Mozambique, pero los equipos local e internacional advierten de que en dos o tres semanas, el Gobierno podría afrontar una crisis mayor de hambre.
«Para las próximas dos o tres semanas, la gente afectada por las inundaciones tiene bastantes alimentos y cubiertas sus necesidades básicas. Pero después, las organizaciones no gubernamentales no están convencidas de que el Gobierno y las agencias sean capaces de seguir haciéndolo», dijo Ludger Smolka, responsable de comunicación de Caritas Alemania, un miembro de Caritas implicado en el esfuerzo de ayuda.
Smolka indicó que los artículos de alimentación eran ya escasos porque otras áreas del país han sido golpeadas por una fuerte sequía. Además, un ciclón el fin de semana se sumó al daño de las inundaciones anegando los campos que no habían sido ya sumergidos. El Programa Mundial de Alimentos, mientras tanto, ha anunciado que tendrá que hacer recortes en la ayuda a Zambia, otro país afectado por las inundaciones, debido a la falta de fondos.
El Gobierno de Mozambique ha desestimado las sugerencias de que se necesita una mayor intervención internacional para responder a la actual emergencia.
Unas 170.000 personas han sido desplazadas por las inundaciones, mientras que al menos 45 personas han muerto. Unas 50.000 están viviendo en campos de tiendas, o incluso bajo trozos de plásticos sujetos con palos. Miles de personas permanecen aisladas en las partes altas entre tierra anegada y carreteras y puentes inservibles.
Muchos de los desplazados están siendo acogidos por otras familias, lo que significa que no pueden ser contabilizados por los datos oficiales.
«Según informes, 2.000 personas están llegando cada día a los refugios temporales. No hay suficientes servicios sanitarios ni bastante agua limpia. Es la clase de situación en la que diarrea y el cólera pueden ser peligrosos rápidamente», dijo Smolka.
Los equipos de intervención rápida de Caritas enviados a las áreas encontraron que miles de familias no tenían acceso a ningún tipo de ayuda. La respuesta de la Confederación tratará de llenar estos vacíos.
Según Ernesto Martinho, secretario general de Caritas de Mozambique, «las mayores necesidades son alimentos, tiendas o materiales para hacer tiendas, cocinas y artículos de aseo, así como mosquiteras».
«También pedimos semillas e instrumentos agrícolas, dado que la cosecha de maíz se ha perdido, y tenemos que empezar a asegurar la próxima cosecha», dijo Martinho.
Miembros de Caritas con oficinas de representación en Mozambique han estado implicados en la respuesta de emergencia inmediata, incluyendo CAFOD de Inglaterra y Gales, Trocaire de Irlanda y Caritas Alemania.
Han estado realizando misiones de intervención en las cuatro diócesis más afectadas por las inundaciones: Chimoio, Tete, Beira y Quelimane (en torno a Caia en Mozambique central, que se ha convertido en el principal punto logístico).
La estación de las lluvias debería alcanzar su punto álgido en marzo, dijo el señor Smolka, y algunos funcionarios temen que las aguas de las inundaciones sobrepasen los niveles de las devastadoras inundaciones de 2001, que desplazaron a medio millón de personas y mataron a 700. Esta vez, sin embargo, sistemas de detección temprana han sido colocados para atenuar el impacto.
Caritas Internacional es una confederación de 162 organizaciones de ayuda, desarrollo y servicio social presentes en más de 200 países y territorios.