CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 11 marzo 2007 (ZENIT.org).- El lunes 2 de abril, en el segundo aniversario de su fallecimiento, tendrá lugar la sesión de clausura de la investigación diocesana sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Juan Pablo II.
La noticia fue anunciada este sábado con una carta, publicada en el semanario diocesano «RomaSette», por el cardenal Camillo Ruini, vicario del Papa para la diócesis de Roma.
El purpurado invita a todos los que quieran unirse a ese momento que, en ese Lunes Santo, tendrá lugar en la basílica de San Juan de Letrán, a mediodía.
La sesión de apertura se celebró en esa misma basílica, el 28 de junio de 2005, cuando todavía no habían pasado los tres meses del fallecimiento de Juan Pablo II.
El rápido inicio se debió a la dispensa de cinco años después de la muerte concedida por Benedicto XVI.
El cardenal Stanislaw Dziwisz, antiguo secretario de Juan Pablo II y arzobispo de Cracovia, en una entrevista concedida al diario italiano «Il Corriere della Sera», constató: «Ahora la palabra pasa a la Curia, a Roma».
Tras la clausura de la investigación diocesana, se pasará a la «fase romana», que comenzará con la elaboración de la «Positio», un dossier, que basándose en los documentos de la investigación diocesana, deberá comprobar lo mejor posible la heroicidad de vida y virtudes, así como la fama de santidad Siervo de Dios.
La «Positio» será preparada por un colaborador del postulador de la causa, monseñor Slawomir Oder, bajo la guía de un relator de la Congregación para las Causas de los Santos.
Esa Congregación vaticana recibirá también los documentos relativos a los milagros atribuidos a la intercesión de Karol Wojtyla. Según reveló monseñor Oder este sábado a «Radio Vaticano», la investigación se concentra sobre todo en el caso de una religiosa francesa curada inexplicablemente de Parkinson.
El cardenal Dziwisz, que durante 40 años fue asistente de Wojtyla, ha aclarado: «Jurídicamente la beatificación permite sólo un culto y una devoción de carácter local, es decir, en la diócesis de Cracovia. En esto, quizá, hay una contradicción, pues él ha superado todas las barreras, pertenece a todo el mundo».
«Ciertamente es posible “dar el salto” a la beatificación y comenzar inmediatamente con el proceso para hacerle santo –reconoce–. Pero esto depende del Santo Padre. Durante mucho tiempo, el proceso de beatificación no existía, sólo se daba la canonización. La beatificación es una regla jurídica. El Santo Padre puede decidir de otra manera».
«La canonización es muy diferente desde el punto de vista teológico: la declaración de la santidad es sólo una prerrogativa del Papa, en este sentido el Santo Padre no puede ser sustituido por nadie, pues esa declaración está ligada a su infalibilidad», concluye Dziwisz.