El Ayuntamiento de Bari accedió el 14 de marzo a la petición del presidente de entregar al Patriarcado en propiedad esta iglesia dedicada a San Nicolás.
Putin había pedido ayuda al Vaticano para alcanzar este objetivo y, al encontrarse con el Papa, el 13 de marzo, le regaló un icono que representa a san Nicolás Taumaturgo (270-350).
El templo fue construido por la Iglesia ortodoxa rusa en 1913. Esta ciudad a través del segundo milenio ha sido meta de peregrinaciones para los ortodoxos rusos, que tienen una gran devoción por san Nicolás.
La Iglesia fue comprada en circunstancias poco claras por el Ayuntamiento, en 1937.
Durante la visita de Putin a Bari, con motivo de una cumbre con el gobierno italiano, el presidente rezó ante los restos de San Nicolás, en la basílica católica en que se encuentran custodiados.