MADRID, lunes, 26 marzo 2007 (ZENIT.org).- Más de 16.000 peregrinos se dieron cita el pasado sábado, día 24 de marzo, en Guadalupe, Cáceres, España, en la celebración de la apertura del Año Jubilar con motivo del primer centenario del patronato de la Virgen de Guadalupe sobre Extremadura, informa Ivicom.
El acto central de la apertura del Año Jubilar fue la solemne celebración de la eucaristía que tuvo lugar en el atrio de la Basílica del Real Monasterio de Guadalupe y que estuvo marcada por un «gran júbilo del pueblo cristiano, calor de corazón y recogimiento», como resaltó el guardián de la comunidad franciscana que custodia el Santuario, Fray Guillermo Cerrato.
Presidida por el arzobispo de Toledo, el cardenal primado Antonio Cañizares, contó también con la presencia de los demás prelados de la Iglesia extremeña: el arzobispo titular de Mérida- Badajoz, Santiago García Aracil y el arzobispo emérito de esa diócesis, Antonio Montero, el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez, y el administrador diocesano de Coria-Cáceres, Ceferino Martín.
Alrededor de 300 sacerdotes se dieron cita en la celebración, además del ministro provincial de la Provincia Bética de los Franciscanos, Fray Francisco García, el párroco de la Puebla, Fray José Arenas, y el guardián del de la comunidad franciscana del Real Monasterio, Fray Guillermo Cerrato.
Entre las autoridades civiles se encontraba el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el titular del Parlamento autónomo, Federico Suárez, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira y varios de los consejeros de la Junta extremeña.
El cardenal Cañizares resaltó en su homilía «el deseo de hacer de Santa María de Guadalupe el centro y el espíritu de reconciliación ante los acontecimientos vividos por la iglesia extremeña la pasada semana», señaló fray Guillermo, en referencia a la polémica suscitada por unas fotografías irreverentes con los símbolos cristianos, de José Antonio Montero Montoya, publicadas por la Junta de Extremadura.
«¡Que no nos toque nadie a la Madre de Dios, nuestra Madre! ¡Nos pueden injuriar a nosotros, pero jamás, jamás, a la Virgen y a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor! Son lo más santo. Cuando esto ocurre, además se degrada el hombre, se rompe la convivencia, se nos humilla», dijo el cardenal durante su homilía, recordando las fotografías blasfemas «expuestas en tierras extremeñas», según recoge la agencia Veritas.
Uno de los momentos más sobrecogedores de la celebración, recordó Guillermo Cerrato, se produjo con el abrazo de la paz que monseñor Cañizares y el presidente Ibarra intercambiaron, y que fue recibido con un espontáneo aplauso por parte de la asamblea que participaba en la eucaristía.
A lo largo de este año, asegura el guardián de la comunidad franciscana, se llevarán a cabo actividades de índole cultural, como congresos y exposiciones, que junto a la misa de Peregrinos, que acogerá a los que todos los días se acerquen a venerar a la Virgen de Guadalupe, centrarán las principales actividades del Año Jubilar.