Justicia y Paz de Sri Lanka: «Aquí ya no existen los derechos humanos»

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Ante la audiencia del Papa al Presidente de Sri Lanka

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COLOMBO, jueves, 19 abril 2007 (ZENIT.org).- En vísperas de la audiencia en el vaticano del presidente de Sri Lanka, la Comisión Justicia y Paz de la diócesis de Jaffna pide a Benedicto XVI su intervención para que se respete el alto al fuego de 2002, se investiguen las desapariciones y se permita libertad de movimiento a la ayuda humanitaria en Sri Lanka, informa AsiaNews.it.

El jefe de Estado de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, se encuentra ya en Roma y participó este jueves con una nutrida delegación en las celebraciones del segundo aniversario del pontificado de Benedicto XVI. Mañana 20 de abril el Papa lo recibirá en audiencia.

Justicia y Paz de Jaffna, al norte del país, ha escrito una carta al papa para «informarle y llamar su atención» sobre algunos problemas que afligen al país.

La Comisión subraya la necesidad de reabrir, «bajo el control de un equipo internacional de seguimiento», la autopista A9, única vía de comunicación de Jaffna con el resto de la isla y vía para la ayuda humanitaria; de enviar al país «observadores de la Comisión de la ONU para los derechos humanos que indaguen sobre numerosos casos de desaparición», impunes. Sólo en 2006 se registraron 586 desapariciones, entre ellas la del joven sacerdote católico Jim Brown, desaparecido en Alaipiddy el 20 agosto pasado, en un puesto de control del Ejército nacional.

También la organización de vigilancia de los derechos humanos «Human Rights Watch» recuerda el caso del padre Jim en una carta pública dirigida al Papa en la que le pide que use su encuentro con Rajapakse para «tratar de detener la escalada de homicidios y violencia» que se producen actualmente en el norte y en el este de Sri Lanka.

Desde que llegó al poder Rajapakse hace un año y medio, se ha asistido a un fuerte recrudecimiento de los choques que ha llevado de hecho a la anulación del alto al fuego firmado en 2002 entre las facciones en guerra.

Por su parte, el nuncio en Sri Lanka, Mario Zenari, recordó que «desde agosto de 2006 hasta hoy, cuatro veces, en ocasiones públicas, Benedicto XVI ha condenado la guerra entre Ejército y rebeldes tamiles, invocando una solución diplomática».

Pero la visita al Vaticano suscita dudas entre la comunidad católica local, que ve en la misma un intento de Rajapakse de ganarse el apoyo de la Iglesia en la lucha contra los rebeldes de los tigres tamiles, ofreciendo la «versión gubernamental» del conflicto étnico.

El padre Reid Shelton Fernando, capellán del Movimiento de Jóvenes Trabajadores, indica que si la verdadera intención es la de informar a Benedicto XVI sobre la situación y confirmar la voluntad de poner fin a la misma, habría que haber incluído en la delegación también a miembros católicos de otros partidos y no sólo aquellos de la coalición de mayoría. Otros añaden: «Si el fin no es la propaganda, ¿por qué no han sido enviados también políticos católicos de la minoría tamil?».

De todos modos, en el Vaticano hay esperanza ante la audiencia de mañana, primer encuentro de un presidente de Sri Lanka con Benedicto XVI. «Además de un encuentro entre dos jefes de Estado –afirma el nuncio– será un encuentro espiritual que se espera pueda contribuir a hacer madurar los frutos de la paz».

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ZENIT Staff

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