CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 2 mayo 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI e importantes exponentes de la Iglesia ortodoxa y del judaísmo han manifestado su solidaridad al presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, amenazado de muerte.
El arzobispo de Génova, monseñor Angelo Bagnasco, de 64 años, elegido presidente de la Conferencia en marzo, recibió amenazas después de que en intervenciones públicas defendiera la familia fundada en el matrimonio y no sobre otras formas de unión.
Al recibir la noticia de la última de estas amenazas –un sobre con una bala y una foto de monseñor Bagnasco tachada por una cruz gamada– el Papa se ha manifestado «profundamente apenado y dolido» por estos «graves y deplorables episodios que alteran y turban la serena convivencia de la comunidad eclesial y civil».
El Santo Padre expresa su solidaridad al prelado en un mensaje alentándole a «proseguir fructuosamente su alto servicio a la Iglesia italiana. Con la ayuda divina y el apoyo fraterno del pueblo cristiano continúe trabajando por el bien común, defendiendo y promoviendo los valores humanos y religiosos, sin los cuales no es posible construir verdaderas, libres y estables democracias».
Antes de enviar el mensaje escrito, el Papa había hablado por teléfono con monseñor Bagnasco.
De visita en Nueva York, el rabino mayor de Roma, Riccardo Di Segni, definió al episodio como un «vergonzoso y vil acto intimidatorio», un hecho »preocupante que invita a las instituciones a no bajar la guardia» y aseguró a monseñor Bagnasco «la solidaridad humana, civil y religiosa en nombre de los judíos romanos, en la esperanza de que el diálogo, así como el disenso, puedan ser expresados en las formas del respeto de la dignidad de cada uno».
Por su parte, Su Beatitud Christodoulos, arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia ortodoxa griega, ha manifestado «solidaridad» y «cercanía» al prelado italiano.
«Las injurias y amenazas –ha declarado este miércoles al Servicio de Información Religiosa (SIR)– deben condenarse. Se trata claramente de ataques de ateos que recurren a la violencia para expresarse».
«Sabemos y tenemos que testimoniar que la fe cristiana es puesta a la prueba cada día y por este motivo todos los fieles tienen que unirse con serenidad y firmeza alrededor de sus pastores», afirma el jefe de la Iglesia ortodoxa griega.