Tras la inauguración, con el discurso del Papa, un retiro espiritual y la organización metodológica, en estos primeros días, los participantes en la Conferencia escucharon los informes de los 22 presidentes de las Conferencias Episcopales, en los que ilustraron lo que la Iglesia en cada país espera de esta V Conferencia.
A continuación se han dedicado a la primera fase de la V Conferencia: compartir la visión entre los obispos, a través de quince grupos de trabajo «Sobre el tiempo actual».
Esto ha implicado dos análisis: el de la realidad sociopolítico-económico-cultural y religiosa, en general, el de «la realidad eclesial».
Esta segunda perspectiva ha planteado cuestiones centrales: «¿en qué consiste ser discípulo hoy, en la Iglesia de hoy y en el mundo de hoy? ¿En qué consiste ser discípulo y misionero de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan vida?».
En una rueda de prensa concedida este sábado, monseñor Andrés Stanovnik, OFM Cap, obispo de Reconquista (Argentina), secretario General de la V Conferencia, aclaró que en estos temas la mirada de los participantes ha sido, fundamentalmente, una mirada de pastores y no de sociólogos.
«Un pastor mira la realidad, descubre lo que hay de Dios en la vida cotidiana a de nuestros pueblos a todos los niveles, y también lo que no hay de Dios en ella. La mirada del pastor es optimista, no ingenua sino basada en la esperanza porque cree en la humanidad», puntualizó.
Ante una consulta sobre si los obispos no se han puesto demasiado temprano las «gafas de pastores», monseñor Stanovnik aclaró que si dejaran de ser pastores, traicionarían su misión.
«Los pastores no pueden quitarse ni las gafas ni el corazón de pastores –aseguró– por eso estamos abiertos al diálogo con las ciencias. El objetivo primordial de la Iglesia es la evangelización que como consecuencia debe traer un cambio de conducta».
Este fin de semana la Comisión de Redacción está trabajando en los aportes recibidos y el lunes presentará a la asamblea una propuesta de esquema de trabajo. Tras nuevas contribuciones, este primer informe será sometido ante la Asamblea para su votación.
Según explicó el viernes monseñor Carlos Aguiar Retes, obispo de Texcoco, México y, vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), «el martes seguramente arrancarán los nuevos grupos que se llamarán Comisiones de trabajo» que «empezarán a elaborar los textos de aporte al documento final».
En la Conferencia participan 266 personas: 162 miembros, entre cardenales y obispos, con derecho a voz y voto; más 81 invitados, 8 observadores y 15 peritos, con derecho sólo a voz.