En su saludo hizo mención especial «a la Asociación de Caballeros y Damas de Nuestra Señora de Guadalupe, acompañados por el señor cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Toledo y sus obispos auxiliares, así como a los obispos y fieles de las diócesis extremeñas».
«Que la imagen de la Santísima Virgen que hoy traéis a Roma, tan venerada en vuestro Monasterio guadalupano, y réplica de la que el Papa san Gregorio Magno regaló a san Lenadro de Sevilla, siga acompañando las celebraciones jubilares», afirmó el Santo Padre, al impartir la bendición a «toda esa región española, que tuvo una participación tan activa en la obra de la evangelización de América».
Los romeros regalaron al Papa una copia de la imagen de santa María de Guadalupe, que quedará entronizada en el interior del Vaticano.
Según la tradición, la imagen de la Virgen de Guadalupe se remonta al mismo evangelista san Lucas y posteriormente fue venerada en Roma por el Papa san Gregorio Magno, quien finalmente la regaló al arzobispo de Sevilla, san Leandro, en el siglo VI.