WASHINGTON, viernes, 14 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Dado que Estados Unidos es el líder de la coalición de fuerzas en Irak, debería también liderar la respuesta humanitaria a la situación de los refugiados, afirman los obispos del país norteamericano.
La Conferencia Episcopal estadounidense hizo público el lunes un informe de 31 páginas en inglés, urgiendo al Gobierno a incrementar la ayuda a los refugiados iraquíes y a los países a los que están huyendo.
El obispo Nicholas DiMarzio de Brooklyn, Nueva York, consultor de la Comisión Episcopal sobre Migraciones, hizo público el informe tras presidir una delegación que estuvo en julio unas dos semanas en Oriente Medio comprobando la situación de los refugiados iraquíes.
«La situación de los refugiados iraquíes empeora cada día –dijo el obispo DiMarzio–. Lo que no ha cambiado es que la respuesta internacional a esta crisis, y especialmente la de Estados Unidos, sigue siendo muy insuficiente».
Como ejemplo, el prelado aludió al lento procedimiento para aquellos refugiados que desean integrarse en Estados Unidos. Aunque los datos del Gobierno indican que deberían ser examinados en este año los expedientes de siete mil refugiados, sólo han analizado unos 700.
El documento informa también que Jordania, Siria, Turquía y Líbano están afrontando, como países de acogida, a los 2,2 millones de refugiados iraquíes en Oriente Medio.
