BAGDAD, lunes, 7 enero 2008 (ZENIT.org).- Monseñor Shlemon Warduni, obispo auxiliar del Patriarcado de Babilonia de los Caldeos, informa que este domingo tuvieron lugar atentados terroristas contra siete lugares de culto cristianos en Irak, en los que resultaron heridas dos personas.
Según revela el prelado al blog de los católicos iraquíes Bagdadhope, los ataques se concentraron en las ciudades de Mosul y Bagdad.
En Mosul, los blancos han sido la iglesia caldea de san Pablo, el monasterio de las religiosas dominicas, que ha sufrido graves daños, entre otras cosas, quedó destruida la reproducción de la Gruta de Lourdes, el orfanato de las religiosas caldeas, y la iglesia caldea del Espíritu Santo.
En Bagdad, monseñor Warduni informa que los ataques han tenido lugar contra a la Iglesia greco-ortodoxa de San Jorge de Saha Al Taharriyat, la iglesia caldea de Mar Ghorghis en Ghadir, y la iglesia caldea de San Pablo en Zafaraniya, que se encuentra junto al monasterio de las religiosas caldeas.
El cardenal Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos, ha lanzado un llamamiento «porque los lugares de culto son lugares de paz y tranquilidad, son lugares de oración».
«Si algunos atentan contra ellos, quizá se trata de un mensaje al gobierno: todavía no hay paz», afirma.
«Quieren llamar la atención de occidente y de los demás, pues también se han dado ataques contra mezquitas y otros lugares de culto, aunque nadie ha hablado de ello», explica el patriarca a los micrófonos de «Radio Vaticano».
«Por tanto, estos actos con toda seguridad han sido cometidos para llamar la atención de Occidente, para que no se piense que se ha tranquilizado la situación en Irak».
El patriarca concluye su llamamiento pidiendo oraciones a los cristianos del mundo por su país.
«Este es el deber de cada uno de vosotros –dice–: pedir al Señor de la Paz que nos dé la paz. Es lo único. No podemos hacer nada más».