CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 11 enero 2008 (ZENIT.org).– Para atender a los 60 mil desplazados por la violencia étnica y política que ha estallado en las últimas semanas en Kenia, Cáritas ha puesto en marcha un dispositivo especial de respuesta a esta emergencia.
El objeto es garantizar, en estrecha colaboración con el personal local de Cáritas y los cooperantes de la red internacional de Cáritas que trabajan en el país, las necesidades básicas de la población afectada: alimentos, agua potable, ropa de abrigo y medicinas.
En estos momentos, Cáritas está asistiendo a diversos contingentes de desplazados acogidos en los campos de refugiados ubicados en las diócesis de Nairobi, Mombasa, Nakuru, Eldoret, Kizale, Kizi, Kakamega y Mararal.
Según han explicado los responsables de la Cáritas de Kenia, en la diócesis de Kizi los desplazados ocupan en estos momentos la catedral, donde se ha proporcionado asilo a 2.300 personas; en Kericho, las parroquias; en Nairobi, el Parque Yamuhuri, las parroquias y las comisarías de la policía; en Nakuru, su estadio… Las últimas cifras hablan ya de 486 muertos en el conflicto.
Caritas Kenia ha informado también de que está a punto de lanzar un llamamiento especial de ayuda a toda la red internacional de Cáritas con objeto de recabar fondos con los que financiar un plan de respuesta a esta emergencia a medio y largo plazo, ya que se ignora por cuánto tiempo van a permanecer los desplazados en los campos, ni cuándo ni cómo podrá llevarse a cabo su reasentamiento.
La Confederación Cáritas Española ha decidido apoyar con una partida especial de 100.000 euros el trabajo humanitario de Cáritas Kenia para proporcionar ayuda de primera necesidad.