JERUSALÉN, viernes, 11 enero 2008 (ZENIT.org).- Este viernes el presidente estadounidense Geroge W. Bush, en el marco de su visita a Oriente Medio, vivió momentos de peregrinación en Cafarnaúm y en el Monte de las Bienaventuranzas.
Le ha acompañado en los santuarios el custodio franciscano de Tierra Santa, el padre Pierbattista Pizzaballa.
«Ha venido como una persona sencilla. Pidió poder estar un poco solo. Leyó los pasajes del Evangelio sobre Cafarnaúm y las Bienaventuranzas, deteniéndose después en oración», ha explicado el religioso al servicio de información de la Conferencia Episcopal Italiana, SIR.
«Será el hombre más poderosos del mundo, pero vino como peregrino, de manera sencilla para vivir un paréntesis de oración y de retiro personal», añadió.
«Pude intercambiar unas palabras –revela el padre Pizzaballa– y me dijo que para el Papa es muy importante la situación en Tierra Santa, en todo Oriente Medio, y de los cristianos que viven. Pero el problema, me dijo, hay que resolverlo en un ámbito más general».