Tradicionalistas regresan a la comunión con la Iglesia católica

El cardenal Castrillón valora el impacto de la «Summorum Pontificum»

Share this Entry

  ROMA, lunes, 14 enero 2008 (ZENIT.org).- Seis meses después de que Benedicto XVI hiciera pública la carta apostólica sobre el uso ampliado del misal de 1962, precedente al Concilio Vaticano II; la Santa Sede ve frutos de reconciliación con los católicos que pusieron objeciones a las reformas litúrgicas del Concilio Vaticano II.

«Summorum Pontificum» facilita la celebración de la misa en latín, según el misal precedente al Concilio, un rito que el documento denomina «forma extraordinaria».

La carta , emitida en forma de «motu proprio» (de propia iniciativa del Papa), presta atención a la situación de grupos cismáticos tales como la Sociedad de San Pío X, que rechaza celebrar la Misa del «Novus Ordo», establecida por el Vaticano II.

El cardenal Darío Castrillón Hoyos declara a Zenit que, tras el documento del 7 de junio, un grupo ha pedido ya volver a la plena comunión con la Iglesia.

El cardenal, en cuanto presidente de la Comisión Pontificia «Ecclesiae Dei», es el responsable de la Santa Sede encargado de facilitar el retorno a la plena comunión eclesial de las personas vinculadas a la Sociedad de San Pío X, fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre.

«Ya hemos recibido respuestas [a la carta] –dice el cardenal Castrillón–. Aquí en Roma tenemos una comunidad que ha pedido volver y estamos ya empezando una mediación para su pleno retorno».
Añadió que están llegando peticiones de todo el mundo: «Muchos de los fieles se han puesto en contacto con nosotros, han escrito y han llamado, para decir que desean la plena comunión».

El cardenal Castrillón clarificó la actual situación de los miembros de la Sociedad de San Pío X, tras las excomuniones del Vaticano de los miembros del grupo en 1988, a raíz del gesto cismático de Lefebvre de ordenar cuatro obispos de modo ilícito.

Explicó que «las excomuniones por la consagración, realizada sin autorización del Papa, afecta sólo a aquellos obispos que llevaron a cabo la consagración, y a los obispos que recibieron la ordenación episcopal de esta forma ilícita en la Iglesia, pero éstas no afectan a los sacerdotes o a los fieles. Sólo algunos obispos fueron excomulgados».

Según el prelado, lo que se necesita ahora es «recoser juntos el tejido eclesial porque nuestros hermanos –los conozco, conozco incluso mejor a algunos de los obispos– son todos gente de buena voluntad, personas que desean ser discípulos de Jesús».

«En este momento –añade–, con un poco de humildad, con un poco de generosidad, podemos volver a la comunión plena, y los fieles desean esto porque no quieren participar en los ritos cuando el sacerdote está suspendido porque la Iglesia no le permite decir Misa ni absolver los pecados, de manera que los fieles desean este retorno total».

El cardenal Castrillón dijo que espera que cada uno de los involucrados siga «trabajando con el Santo Padre para recoser juntos esta unidad de manera que esta buena gente pueda tener la plenitud de la santidad que viene de la unión con la única Iglesia de Cristo, fundada sobre Pedro y sus sucesores».

Por Mary Shovlain, traducido del inglés por Nieves San Martín

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }