CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 20 enero 2008 (ZENIT.org).- Convencido de que la obra de ayuda de los cristianos debe reflejar el amor de Dios por cada hombre y mujer, el Consejo Pontificio «Cor Unum» organiza por vez primera un gran retiro espiritual para los responsables de las obras de ayuda de las diócesis.
Esta primera experiencia se dirige a las dos Américas y se celebrará del 1 al 6 de junio en la ciudad mexicana de Guadalajara. Las meditaciones serán ofrecidas por el padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap.
El cardenal Paul Josef Cordes, presidente del Consejo Pontificio «Cor Unum», explicando a Zenit las motivaciones del retiro recuerda que con su primera encíclica «Deus caritas est», el Papa Benedicto XVI ha subrayado la relación íntima que se da entre la obra de ayuda y la manifestación del amor de Dios sobre todo ante la miseria y las dificultades.
«Jesucristo siempre hizo el bien en relación con la proclamación de la Palabra», recuerda el cardenal. Esto es lo que diferencia a los cristianos, añade: «tenemos la Cruz Roja, tenemos instituciones de las Naciones Unidas… Y todo esto es muy bueno. Pero queremos tener una actitud diferente».
Las instituciones caritativas de la Iglesia también buscan frenar con los medios materiales e incluso políticos el sufrimiento del mundo, aclara.
Pero «lo específico del cristiano consiste en ir más allá de la miseria humana. Con frecuencia, incluso la ayuda material ya no es de ayuda, en particular cuando la gente atraviesa dificultades en las que no es posible ayudarla con el pan, con un techo, o con medicina. Podemos entonces dar una esperanza, hablando de la fe, rezando con un moribundo y consolándole con el bien que Dios nos ha preparado en la vida eterna».
El cardenal explica que este retiro, que comienza con América del Norte y del Sur, será seguido en el futuro por iniciativas análogas en otros continentes.
«En un mundo pragmático, con frecuencia también superficial, apresurado y poco sensible, tenemos que redescubrir las raíces de nuestras cualidades: un corazón que escucha y la fuerza de la Palabra de Dios», aclara el cardenal Cordes.
Al explicar el motivo por el que e ha elegido la ciudad de Guadalajara, afirma: «Queríamos un lugar que estuviera al centro de las dos Américas y para acercarnos un poco más al sur hemos escogido México».
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