CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 21 enero 2008 (ZENIT.org).- La colaboración de la Iglesia y el Estado en la educación y la lucha contra la pobreza ha estado en el centro de la audiencia que Benedicto XVI concedió este lunes a José Javier Ramos-Horta, presidente de la República Democrática de Timor Oriental y Premio Nobel de la Paz 1996.
El mandatario después se reunió con el secretario de Estado del Papa, el cardenal Tarcisio Bertone, acompañado por el secretario para las Relaciones con los Estados el arzobispo Dominique Mamberti.
«En los coloquios se evocaron las cordiales relaciones entre la Santa Sede y al República Democrática de Timor Oriental, así como la cooperación que se da entre la Iglesia católica y el Estado en los sectores de la educación, de la salud, y de la lucha contra la pobreza», explica un comunicado de la Oficina de Información de la Santa Sede.
«Se analizó además la situación política y social del país –añade– y, en particular, el proceso de reconciliación nacional y apoyo por parte de la comunidad internacional a la consolidación de las instituciones democráticas».
La independencia de Timor Oriental, antigua colonia portuguesa ocupada por Indonesia, obtuvo reconocimiento internacional en mayo de 2002. Se trata de uno de los países más pobres de Asia, y es, después de Filipinas, la segunda nación asiática con una población mayoritariamente católica (90%). Su población gira en torno al millón de habitantes.