RANCAGUA, martes, 29 enero 2008 (ZENIT.org).- Con una declaración titulada «Gracias por la vida», el obispo Alejandro Goic de Rancagua, Chile, y presidente de la Conferencia Episcopal (CECh) de este país anunció el fin del ayuno de la activista mapuche Patricia Troncoso, según informaba ayer este organismo eclesial en su página web.
La activista Troncoso está condenada a 10 años de prisión por el incendio de un bosque en la región de la Araucanía, a raíz de las protestas del pueblo mapuche por recuperar tierras que consideran ancestrales.
En la declaración «Gracias por la vida», monseñor Alejandro Goic pide generosidad para evitar nuevas situaciones de violencia en tierras mapuches. «Cualquier polarización, lejos de procurar soluciones y acuerdos, los entrampa», afirma.
Pasadas las 18,30 horas de ayer 28 de enero, en la sede del Obispado de Rancagua, el pastor de la diócesis anunció públicamente el término de la huelga de hambre que la activista mantuvo durante más de cien días.
«De esta forma –explica la Conferencia Episcopal chilena– la ayunante ha acogido una invitación que le formularon varios obispos a apreciar el valor de la vida como un don maravilloso y a deponer su huelga de hambre».
Monseñor Goic, al anunciar el fin del ayuno, destacó que en la carta que él le envió recientemente expresó a Patricia «que su esfuerzo no ha sido en vano porque el tema mapuche se ha instalado en la sociedad chilena. No es un tema de fácil resolución, pero la Iglesia compromete su palabra y su acción para que lo podamos abordar como sociedad en su conjunto».
En la misma carta el obispo incluye una precedente declaración que hizo en nombre de los obispos chilenos, el pasado 14 denero, titulada «La Paz en la Araucanía, fruto de la justicia»
El Presidente de la CECh informó que, tras diálogo con altas autoridades del Gobierno, estas manifestaron en las últimas horas su disposición a concederle a Patricia los beneficios que solicitó, para sí misma y para otras dos personas –Juan Millalen y Jaime Marileo- a través del propio monseñor Goic.
En su conversación con periodistas, el obispo explicó, según se lee en la misma declaración, que dichos beneficios consisten en lo siguiente: traslado de Patricia Troncoso, tras su recuperación en un hospital de Temuco, a un Centro de Educación y Trabajo (CET) en Angol junto con sus compañeros Millalen y Marileo; además de beneficios carcelarios consistentes en salida dominical para Millalen y fin de semana para Troncoso y Marileo.
Reiterando la necesidad de una solución profunda a la situación del pueblo mapuche, que requiere respeto y diálogo, monseñor Goic valoró y agradeció las gestiones realizadas por los obispos Manuel Camilo Vial, Ricardo Ezzati, Sixto Parzinger y Carlos Pellegrin.
En especial agradeció al padre Fernando Varas, capellán del hospital de Chillán, «su acompañamiento pastoral a la ayunante y su apoyo constante a mi labor de facilitador».
También expresó su especial gratitud a las autoridades de Gobierno en quienes se encontró «acogida y buena voluntad para ayudar a superar esta situación particular».
El pastor manifestó su confianza en que el Comité Interministerial que se ocupa de los problemas de la Araucanía también pueda avanzar, «con la misma generosidad, en la resolución de las cuestiones de fondo que este conflicto nos demanda a la sociedad chilena en su conjunto».
La declaración concluye pidiendo a todas las personas e instituciones directa o indirectamente involucrados en este conflicto, su mayor generosidad para evitar nuevas situaciones de violencia. «Cualquier polarización, lejos de procurar soluciones y acuerdos, los entrampa», señala monseñor Alejandro Goic.
Texto completo de la Declaración «Gracias por la vida» (www.iglesia.cl)
Por Nieves San Martín