CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 9 marzo 2008, (ZENIT.org).- Benedicto XVI hizo este domingo un apremiante llamamiento a palestinos e israelíes para que abandonen la violencia, que ha ensangrentando en esta última semana Tierra Santa.
El Papa tomó la palabra después de que el jueves pasado ocho estudiantes de un instituto de estudios talmúdicos de Jerusalén fueran asesinados en un atentado provocado por un palestino.
Días antes, ataques israelíes en Gaza, en represalia a cohetes «Qassam», que provocaron 120 muertos palestinos.
«En días pasados, la violencia y el horror han ensangrentado nuevamente Tierra Santa, alimentando una espiral de destrucción y de muerte que parece no acabar», recordó el Santo Padre dirigiéndose a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Mientras os invito a pedir con insistencia al Señor omnipotente el don de la paz para esa región –añadió hablando desde la ventana de su estudio–, deseo encomendar a su misericordia a las numerosas víctimas y expresar solidaridad a las familias y a los heridos».
El Papa alentó «a las autoridades israelíes y palestinas en su propósito de seguir construyendo, a través de la negociación, un futuro pacífico y justo para sus pueblos y a todos les pido, en nombre de Dios, que dejen los caminos tortuosos del odio y de la venganza y que recorran responsablemente caminos de diálogo y confianza».