CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 marzo 2008 (ZENITorg).- La visita que ha realizado del 6 al 9 de marzo a Azerbaiyán el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, ha servido para confirmar a los musulmanes la voluntad de la Iglesia católica de colaborar en el compromiso común en favor de la paz.
Uno de los momentos más simbólicos de la visita a esta antigua república soviética, país con una población de mas de ocho millones de habitantes, en un 93.4% musulmanes (en su mayoría de origen chií, aunque hay también suníes), fue la visita a la mezquita de la capital, Baku.
El 8 de marzo el purpurado italiano fue recibido por el jefe de los musulmanes del Cáucaso, Allah Shukur Pasha Zade, en su residencia, en presencia de los jefes religiosos de la Iglesia ortodoxa rusa y de la comunidad judía.
El jeque, galardonado por Benedicto XVI con un reconocimiento pontificio por su promoción de la convivencia entre los creyentes, recibió la gratitud del cardenal Bertone «por la estabilidad y la serenidad que su actitud asegura no sólo en Azerbaiyán, sino a todos los creyentes».
«La Santa Sede está junto a cuantos promueven en el mundo una auténtica comprensión y una fecunda convivencia entre diferentes religiones, en el respeto y en la estima recíprocos. Apoya el compromiso de quien trata de construir la paz, en particular, donde conflictos siempre devastadores provocan el sufrimiento de tantos inocentes», aseguró el colaborador más cercano del Papa.
El mismo jeque recibió a Juan Pablo II en su visita pastoral a Azerbaiyán, en mayo de 2002.
«Vengo aquí, en nombre del Papa Benedicto XVI para reafirmar con fuerza que la tolerancia religiosa no consiste sólo en adquirir una elevada civilización –afirmó el cardenal Bertone en su discurso al jeque–. Es el mejor modo de garantizar a los pueblos y países una prosperidad, que sea fruto del compromiso común».
«Aseguro que la Santa Sede siempre estará al lado de quien ve en la tolerancia y en el intercambio recíproco un enriquecimiento y un crecimiento en humanidad», subrayó.
El purpurado, tras haber visitado la mezquita de Baku, participó el 8 de marzo en la oración de bienvenida en la catedral rusa ortodoxa, deseando que cuanto antes se pueda «expresar de manera visible la unidad de la Iglesia».
Al menos, el 2.5% de la población del país es ortodoxa de obediencia al patriarcado ortodoxo ruso.
A continuación, el secretario de Estado visitó la sinagoga de la capital.
El cardenal concluyó este domingo el viaje presidiendo la santa misa en la nueva iglesia católica de la Inmaculada Concepción de Baku, donde alentó a la pequeña comunidad católica de Azerbaiyán.
El templo está construido sobre el terreno donado por el presidente Heydar Aliyev, padre del actual jefe de Estado, al Papa Juan Pablo II.