CIUDAD DEL VATICANO, 5 de junio de 2008 (ZENIT.org).- El Consejo Pontificio «Justicia y Paz» ha elaborado un «decálogo» inspirado en la visión cristiana de la Creación, con motivo de la celebración hoy de la Jornada Mundial del ambiente, auspiciada por la ONU.
Se trata, según explicó hoy en «Radio Vaticano» el secretario del Consejo, monseñor Giampaolo Crepaldi, de «explicar en diez puntos lo más importante del capítulo sobre el medio ambiente del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia».
Esta iniciativa, explica monseñor Crepaldi, de que se conozca, «por parte de las comunidades cristianas, de los grupos y de los movimientos, el riquísimo Magisterio social de la Iglesia sobre la cuestión específica del ambiente y su salvaguarda».
El secretario del Consejo Pontificio «Justicia y Paz» expresó su aprecio por la iniciativa de la ONU de instaurar esta jornada, aunque en su opinión, la cuestión de la tasa del carbono debería tener en cuenta otras variables, dentro de las relaciones entre el mundo rico y el mundo pobre.
«El objetivo y la perspectiva delineada por el Magisterio social de la Iglesia, y confirmada muchas veces por el Santo Padre, es la de una economía justa y solidaria. Es bueno que descienda la tasa del carbono, pero es necesario añadir también otras cosas».
Respecto al debate sobre la utilización de energías alternativas, el prelado afirmó que es necesario seguir avanzando en esta dirección. «Sin embargo, es necesario ser realista, ya que actualmente no es posible, sólo con las energías alternativas, garantizar la sostenibilidad de los sistemas económicos», y por tanto, dar respuesta a «la pobreza, al subdesarrollo en tantas áreas del planeta, y cuando hablamos de subdesarrollo, estamos hablando de millones y millones de pobres, de gente que no tiene nada».
Sobre la voluntad de la comunidad internacional de reducir las emisiones de carbono para combatir el calentamiento global, monseñor Crepaldi afirmó que se trata de una cuestión «muy compleja y controvertida» sobre la que «es necesario un mayor empeño a nivel científico» para «aclarar los términos de esta cuestión, intentando evaluar los efectos a largo plazo».
«Es necesario también un mayor empeño desde el punto de vista político, porque de hecho las políticas pustas en práctica por los gobiernos para controlar el llamado ‘calentamiento global’ son políticas difícilmente sostenibles desde el punto de vista económico, son demasiado costosas. Tanto los científicos como los políticos, obviamente con la participación de la sociedad civil, deben seguir trabajando en este campo».
Finalmente, sobre la energía nuclear, recordó que la Iglesia «condena su uso militar, pero no hay ninguna objeción a su uso civil».
«Evidentemente, estamos ante una cuestión muy delicada, porque en este caso tenemos un problema cultural y político allí donde se afirma utilizar la energía nuclear para usos civiles, mientras en el fondo, alguno piensa utilizarla para objetivos militares».
El decálogo del ambiente y la doctrina social de la Iglesia será presentado este miércoles en Milán por el obispo Giampaolo Crepaldi, en el festival internacional sobre el ambiente.
Por Inmaculada Álvarez