«Asegurando mi cercanía espiritual a las poblaciones de las islas golpeadas por el tifón, elevo una oración especial al Señor por las víctimas de esta nueva tragedia del mar, en la que, según parece, han quedado involucrados también numerosos niños», dijo el Papa tras rezar la oración mariana del Ángelus.
Al cierre de esta edición, no se habían rescatado a pocos de los 700 pasajeros y miembros del equipaje de la embarcación. El tifón, que azota Filipinas desde el sábado, ya ha provocado en la zona más de doscientos muertos.