SYDNEY, martes, 15 julio 2008 (ZENIT.org).- Como si fuera Noche Vieja, miles de jóvenes peregrinos se reunieron ante la catedral de Santa María en Sydney para asistir al final de la cuenta atrás de la Jornada Mundial de la Juventud.
Este encuentro juvenil mundial comenzó el martes por la mañana, hora local australiana, y culminará el domingo, con una misa presidida por Benedicto XVI en el hipódromo de Randwick.
Desde hace 500 días el reloj anunciaba los días que faltaban para el gran evento. Los miles de chicos y chicas gritaron al unísono los diez últimos segundos que faltaban para la medianoche y después estallaron en un «Happy World Youth Day!» (¡Feliz Jornada Mundial de la Juventud!).
Los jóvenes peregrinos han dado inicio a seis días de intensa actividad en la tarde de este martes con una misa de inauguración en el embarcadero de Barangaroo, presidida por el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney, con la participación de más de 140 mil personas.
Monseñor Phillip Wilson, arzobispo de Adelaida (Australia) confío a Zenit que está convencido de los efectos positivos que ya está teniendo la peregrinación entre los jóvenes del país.
«He podido ver realmente a Cristo en las actividades de los últimos días en mi misma diócesis de Adelaida y estoy convencido de que él va a ocuparse de estos peregrinos durante esta semana en Sydney», dice.
A Matthew Whan, encargado del Servicio Católico Juvenil de Sydney, estos 500 días de preparación se le han hecho largos y cortos a la vez.
«Ha sido una carrera fantástica y a veces frenética y ahora nuestros grupos están tratando de disfrutar de la semana y de los frutos que dejará», dijo.
Whan y su equipo se han encargado del registro y coordinación de los 17.000 jóvenes que participan en la Jornada procedentes de la diócesis de Sydney.
Por Catherine Smibert