QUITO, lunes 18 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- Con la clausura este domingo del III Congreso Americano Misionero comienza oficialmente en todo el continente la gran misión continental evangelizadora, convocada por la quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Este lunes partían también desde Quito hacia París las reliquias de Santa Teresita de Lisieux, que han recorrido durante casi dos meses todo el continente en preparación de este Congreso Misionero.
En los trabajos del Congreso, según los organizadores, han participado delegaciones de 33 países, entre ellos 80 obispos, 465 sacerdotes, 250 religiosos, 22 diáconos, y 664 laicos. Del Ecuador han participado 21 obispos, 133 sacerdotes, 307 religiosos, 21 diáconos, 87 seminaristas y 816 laicos. El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, participó como enviado de Benedicto XVI.
El objetivo de este tercer Congreso, proyectado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) tras la la visita del Papa en mayo de 2007 a Aparecida, en Brasil, es «promover la profundización de la fe y el fortalecimiento de la Iglesia, para contrarrestar el efecto de las sectas, que han captado a muchos católicos, y algunos conceptos teológicos, que han sembrado el desconcierto».
En la eucaristía de Inauguración, que reunió a cerca de 18.000 personas en en el Coliseo General Rumiñahui de Quito, se leyó el mensaje del Papa a los participantes, en el que exhorta a «proponer a Jesucristo con claridad y humildad» al hombre de hoy.
El Papa ha regalado a cada Conferencia Episcopal la reproducción del tríptico del Cristo de la Misión, obra de Eduardo Velásquez de Lima, que había regalado al CELAM con motivo de la Conferencia de Aparecida. Las reproducciones las ha costeado la asociación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Posteriormente, en la Eucaristía de clausura, que congregó a cerca de 30.000 personas en el Estadio Liga Deportiva Universitaria, tuvo lugar el solemne envío a la Gran misión continental.
Nueva evangelización y misión ad gentes
El objetivo del Congreso, según los organizadores, ha sido «poner al continente americano en ‘estado de misión’ para enfrentar el desafío de que la misión confiada a la Iglesia se halla todavía en los comienzos».
«Esta opción permitirá hacer de cada Iglesia particular el ámbito y contexto de la nueva evangelización y la misión ad gentes y, a la vez, destinataria y protagonista del anuncio de Cristo».
Con el lema «América con Cristo: Escucha, aprende y anuncia», los trabajos del Congreso giraron en torno a la necesidad de una nueva evangelización «en el contexto de materialismo y secularización que afrontan el hombre y la mujer actuales», según el documento síntesis del congreso.
De forma especial, el congreso insistió en «el papel de las familias cristianas en la misión evangelizadora de la iglesia», así como la revitalización de la «parroquia como comunidad de comunidades y de los movimientos laicales, para que todo el pueblo de Dios asuma su responsabilidad con la Nueva Evangelización y la Misión Ad Gentes».
Tanto en el mensaje final como en la declaración del Congreso, se insiste en la necesidad de fortalecer la unidad y la pertenencia eclesial, así como en la participación de toda la Iglesia, con especial insistencia en la corresponsabilidad de los laicos y las familias, en la misión.
«La Iglesia, ‘lugar de encuentro’ con Jesucristo, convoca, envía a los testigos del Resucitado y forma nuevos discípulos en comunidades vivas, que testimonian el Reino de Dios. La misión aviva la esperanza de que otro mundo es posible, aún en situaciones difíciles. Se necesitan profetas y peregrinos que denuncien las situaciones de pecado y las estructuras injustas, y anuncien los valores de la vida plena realizada en Cristo».
Más información: www.cam3ecuador.org
Por Inmaculada Álvarez