SEÚL, martes 7 de octubre de 2008 (ZENIT.org) Con motivo del inicio del mes de Octubre, dedicado a las Misiones, la Conferencia Episcopal de Corea ha hecho público un mensaje en el que pone de manifiesto “la urgencia de proclamar el Evangelio”, “especialmente en Asia”, informa la agencia Fides.
En el mensaje, que firma monseñor Paul Choi Deok-ki, obispo de Suwon y presidente de la Comisión Episcopal de Evangelización, los prelados se preguntan qué rol están llamados los católicos coreanos a jugar en la evangelización del continente.
“En relación al pasado, las Iglesias han crecido y el número de fieles ha aumentado: es gran don y una gran bendición que Dios ha concedido a la Iglesia en Corea. De esta manera, especialmente en Asia, debemos preguntarnos: ¿quiénes son nuestros vecinos pobres, que necesitan ayuda? ¿Qué nos pide el Señor hoy?”, se preguntan.
Para los prelados, la actual prosperidad de la Iglesia en la República de Corea “no es sólo para la salvación y la felicidad de los coreanos. Son bendiciones divinas que la Iglesia coreana debe usar para el bien común del mundo, especialmente para el bien común en Asia”.
“Podemos reforzar el espíritu misionero localmente sólo si nos comprometemos con las misiones en el exterior”, advierten.
Los obispos coreanos proponen a san Pablo como modelo de evangelización, especialmente para “revitalizar los esfuerzos por la unidad y la armonía de todos los cristianos”.
“San Pablo dedicó su vida a difundir la Buena Nueva hasta los confines de la tierra, porque quiso mostrar que se sentía orgulloso por el Señor, que lo amaba y le era cercano. Además, quiso compartir con los pueblos de todo el mundo las grandes bendiciones recibidas de Dios”.
“San Pablo sabía que proclamar el Evangelio significa practicar el más grande amor hacia el prójimo. La cosa más importante y necesaria para él fue comunicar al mismo Cristo y su Palabra al mundo”, concluye el mensaje.
La versión inglesa del original puede consultarse en: www.cbck.or.kr
[Por Inma Álvarez]