LA PAZ, jueves, 9 octubre 2008 (ZENIT.org).- En rueda de prensa convocada el día 6 de octubre por la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), autoridades de la iglesia católica comentaron el proceso de diálogo. Desde hace varias semanas, se han producido intercambios de aclaración entre ambas partes y se esperan avances.
El arzobispo de La Paz Edmundo Abastoflor, vicepresidente de la CEB y el obispo de El Alto Jesús Juárez, secretario general de la CEB, se dirigieron a los medios de comunicación para expresar su opinión acerca de este proceso.
Monseñor Abastoflor se refirió a la participación de la Iglesia en el proceso del diálogo y expresó que el hecho de no haber llegado a un acuerdo firmado no significa un fracaso, según informó la página web de la CEB.
“Ustedes saben –dijo el arzobispo Abastoflor- que la Iglesia ha participado en este proceso de diálogo desde hace varias semanas. Ha sido un proceso intenso, hemos comprobado que había buena voluntad y apertura tanto de parte del Gobierno como de los prefectos y de los departamentos que buscan la autonomía”.
Como se sabe, Bolivia vive desde hace meses un conflicto interno entre el Gobierno central y departamentos territoriales que buscan la autonomía.
“Creemos que se ha avanzado bastante en cuanto a ponerse de acuerdo sobre diferentes puntos y aspectos, hemos visto y se ha comprobado de un lado y otro que hablando y dialogando nos podemos entender, es posible avanzar e ir adelante, de hecho se han llegado a varios consensos en diferentes aspectos puntuales, sin embargo no ha sido posible la firma de un documento conjunto que era aquello que se pretendía de un lado y otro”, añadió.
Sin embargo el hecho de no haber firmado un acuerdo conjunto, según el arzobispo no significa un fracaso sobre el diálogo porque hay esfuerzos em ambas partes, algo evidente en las mesas técnicas y las plenarias, así como en el ambiente reinó en las reuniones.
El prelado informó que se han dicho las cosas claras de un lado y de otro, que podrían interpretarse como ataques, “pero que nosotros lo hemos entendido como un decir lo que se siente”, “decir la propia verdad y eso en un ambiente de respeto mutuo que ha favorecido bastante para ir hacia adelante”.
“Creemos que un resultado muy importante es el clima positivo que se ha tenido hasta el final”, añadió.
En cuanto al papel de la Iglesia, en la rueda de prensa se aclaró que esta ha estado como observadora, como testigo.
“No podíamos usar la palabra en las sesiones solamente escuchamos –explicó monseñor Abastoflor–. Nuestro papel no ha sido de facilitadores sino más bien de observadores pero por supuesto nadie impedía que después de las reuniones pudiéramos hablar con unos y otros y que se de un mayor acercamient”.
“No se ha llegado al resultado final de un documento conjunto porque hay puntos en los que no se esta de acuerdo todavía”, insistió.
Por su parte, monseñor Juárez manifestó que el proceso que se ha desarrollado durante estos días ha sido un momento muy importante para la democracia y la participación, una especie de referente para reencauzar el quehacer político y social en el futuro y lejos de medidas de simple calculo político, de presiones, de enfrentamientos, “tiene que ser como una especie de desarme de los espíritus para seguir en este ambiente de verdadera democracia”.
“Creo que hemos visto y escuchado muchas cosas en este dialogo –añadió- pero siempre con ese deseo de continuar avanzando en el espíritu democrático buscando el bien no solo de las regiones sino de todo el país”.
“Ha habido momentos de catarsis –confesó–, de desahogo que creo que era necesario para crear el clima de confianza que se había roto y poder entablar estos puentes para seguir marchando en democracia con las normas democráticas evitando todo aquello que sean antidemocrático”, afirmó.
Al margen de la rueda de prensa, en su homilía dominical, el cardenal Terrazas, presidente de la CEB y arzobispo de Santa Cruz, exhortó a que entre bolivianos se logre una verdadera reconciliación basada en el respeto a la vida, dejando de lado los intereses, la violencia y los odios.
“Cuando el odio entra en el corazón, cuando la venganza se convierte en el instrumento para conseguir algo, cuando la búsqueda del dinero a como dé lugar entra en el corazón de personas y grupos, se pierde el horizonte del respeto a la vida”, señaló.
Exhortando a una reconciliación verdadera, el cardenal Terrazas instó a las autoridades a no aferrarse a sus propias ideas y al pueblo boliviano que no permit que se instale la violencia en sus corazones.
“Si no hay ese espíritu de compartir –dijo el cardenal–, se instala la violencia. Si no nos dejamos llevar por ese espíritu de amor, se instala la violencia, se instalan los odios y hoy por hoy, en este momento lo que puede hacer fracasar el anhelo del pueblo no es el que puedan hacer uno u otro documento, lo que puede hacer fracasar es la herida tremenda que se ha instalado en el corazón de Bolivia para no vernos ni encontrarnos entre nosotros”.
Finalmente, el cardenal Terrazas preguntó al pueblo creyente si apostamos por el respeto a la vida o nos encerramos en el egoísmo y el individualismo, “preguntémonos si nosotros respetamos el derecho o aplaudimos a quienes no quieren que reine el derecho y la vida. Nosotros ¿nos unimos a la búsqueda de una justicia que llegue a cada persona o preferimos y nos encerramos en el egoísmo e individualismo?”.
Por Nieves San Martín