CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 12 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- El portavoz de la Santa Sede ha pedido que los gobiernos interesados y la comunidad internacional no quede con los brazos cruzados ante la persecución que sufren los cristianos, particularmente en la India.
El padre Federico Lomardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha comentado la oleada de violencia que ha estallado en ese país, en particular en el Estado de Orissa, que ha provocado la muerte de al menos 80 cristianos, en el último editorial de «Octava Dies», semanario producido por el Centro Televisivo Vaticano, del que también es director.
«Los obispos indios han alzado su voz en varias ocasiones, y otros lo han hecho desde el extranjero, por ejemplo, la Unión Europea, para plantear a las autoridades indias interrogantes preocupantes», informa el portavoz.
«Parece que finalmente, si bien con gran retraso, comienzan a llegar respuestas y garantías de compromiso para restablecer la calma», añade.
El mismo primer ministro, Manmohan Singh, ha reconocido que para la India se trata de una «vergüenza nacional», «en contradicción abierta con los grandes valores de no violencia, tolerancia y respeto de las religiones que este gran país ha cultivado desde hace siglos», recuerda el padre Lombardi.
«Pero ciertamente hay que tomar acto de que los fundamentalistas son activos y constituyen una amenaza desde diferentes partes del mundo», advierte el portavoz.
Por este motivo, concluye, «el diálogo entre las religiones, camino largo y difícil, es uno de los desafíos más cruciales de hoy y de mañana, para que en el nombre de Dios se edifique siempre y sólo la paz».