DALLAS, martes 21 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Dos obispos de Estados Unidos, monseñores Kevin J. Farell (Dallas) y Kevin W. Vann (Fort Woth), en una carta dirigida a los fieles católicos de este país, aseguran que quien esté adherido a sus creencias “no puede votar por un candidato que apoye un mal intrínseco como es el aborto”.
Los obispos publicaron una carta, difundida por la agencia Fides el pasado martes, ante las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán en estados Unidos el próximo 6 de noviembre.
En ella advierten que la justificación de la legalización del aborto, la promoción de la unión entre ambos sexos, la represión a la libertad religiosa, las políticas públicas de eutanasia, la radical discriminación o destrucción de los embriones humanos entre otros, son actos “intrínsicamente malos” porque “siempre son incompatibles con el amor de Dios y el prójimo”.
“Estas acciones son tan profundamente vacías que siempre están opuestas al auténtico bien de las personas”, añaden.
Advirtieron que, desde la legalización del aborto en Estados Unidos, se han practicado 48 millones de abortos legales en este país, y agregaron que, además, muchas vidas más se pierden por las investigaciones con embriones.
Para los prelados, este tiempo previo a las elecciones hay que aprovecharlo como una oportunidad para promover la cultura de la vida: “Como católicos estamos obligados a rezar, actuar y votar para abolir el mal del aborto en Estados Unidos, limitándolo tanto como podamos hasta que finalmente sea erradicado”.
Los obispos hicieron alusión a otros temas como los inmigrantes, la asistencia sanitaria, la economía, el cuidado y la preocupación por los pobres, y la guerra y el terrorismo.
“Como católicos debemos preocuparnos por estos temas y trabajar para intentar lograr soluciones justas”, afirmaron, aunque aclarando que esto “no es moralmente equivalente a los temas que conciernen a los males intrínsecos”.
“No importa cuanta razón tenga un candidato sobre estos temas si no superan la posición inaceptable a favor de un mal intrínseco como el aborto o la protección de los derechos del aborto”, añaden.
Afirmaron que la única posibilidad moral para que un católico pueda votar en conciencia por un candidato que apoye el aborto es, si no existe una opción diferente o si el contrincante apoya medidas que superan el mal del aborto, aunque “si bien este es el razonamiento moral que resuena, no hay un daño verdaderamente moral o de proporcionadas razones, que pueda superar las millones de vidas inocentes que son directamente asesinadas por el aborto legal cada año”.
“Votar por un candidato que apoye el mal intrínseco del aborto o los derechos del aborto cuando hay una alternativa moral aceptable sería cooperar con el mal – y por ende, moralmente inadmisible”, añaden.
“Las decisiones que nosotros tomemos en los temas políticos y morales afectan no solo la paz general y la prosperidad de la sociedad en general sino también pueden afectar la salvación de cada individuo”, concluyeron los obispos
[Por Carmen Villa]