CIUDAD DEL VATICANO, martes 4 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Surge en estos días en Roma una inédita instancia de diálogo, el Fórum Católico – Musulmán, que por primera vez reúne a representantes islámicos de las diferentes corrientes –chiíes, suníes y otros– de los diferentes países.
La iniciativa ha sido instituida por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, que ha convocado la primera sesión sobre el tema «Amor de Dios, amor del prójimo» del mates al próximo jueves. El encuentro culminará con una declaración común y una audiencia con el Papa.
El evento tendrá dos líneas de profundización, según ha informado este martes la Oficina de Información de la Santa Sede: el primer día está dedicado a los «fundamentos teológicos y espirituales» y el segundo a la «dignidad de la persona humana y el mutuo respeto». Cada uno de estos temas se presentará desde el punto de vista católico y musulmán.
El secretario del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, el arzobispo Pier Luigi Celata, ha explicado en una entrevista concedida este lunes a Radio Vaticano que el seminario busca «ver cuáles elementos compartimos, porque juntos podemos dar una respuesta de amor coherente a Dios buscando amarnos entre nosotros»
En el evento participaran 29 personas de cada una de las religiones. Los católicos estarán dirigidos por el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y los musulmanes por Mustafa Ceric, gran Muftí de Bosnia-Herzegovina
Antecedentes
El encuentro surge después de que 138 sabios y exponentes del Islam escribieran una carta a Benedicto XVI y a otros jefes de iglesias y comunidades eclesiales, el 13 de octubre de 2007, con el título «Una palabra común» (http://www.acommonword.com). En ella aclaraban que «si los musulmanes y los cristianos no están en paz, el mundo no puede estar en paz».
La carta sirvió como medio de acercamiento entre ambos credos, tras los malos entendidos generados a raíz del discurso del Papa en la universidad de Ratisbona en Alemania en septiembre de 2006.
A esta misiva, el secretario de estado vaticano, cardenal Tarcisio Beltrone respondió al mes siguiente (19 de noviembre de 2007) con una misiva dirigida al príncipe jordano Ghazi bin Muhammad bin Talal, presidente dell’Aal al-Bayt Institute for Islamic Thought diciendo: «Sin ignorar o minimizar nuestras diferencias entre cristianos y musulmanes podemos y entonces debemos prestar atención a lo que nos une».
Los contactos entre las autoridades de los católicos y musulmanes han traído otros frutos como a reunión que se realizó los días 4 y 5 de marzo del presente año en la que se decidió por consentimiento mutuo la construcción del Fúm Católico – Musulmán y la organización de este encuentro en Roma.
En febrero pasado se realizó en El Cairo un encuentro con motivo de la sesión del Comité mixto para el diálogo, constituido en 1998 por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso con la Universidad de Al-Azhar, la institución académica musulmana más prestigiosa.
Otra muestra de apertura y encuentro se vivió en el congreso sobre el diálogo interreligioso, convocado hace cuatro meses en Madrid por el rey de Arabia Saudita Abdallah bin Abdulaziz Al Saud, custodio de los lugares santos de la Meca y Medina.
Sobre estos acercamientos, monseñor Celata ha explicado en la entrevista que «ciertos muros han caído, el mismo diálogo a nivel temático ha evolucionado para afrontar argumentos a veces quizás no inmediatamente acogidos según la sensibilidad tradicional pero que hoy encuentran disponibilidad y apertura tanto por una parte como por la otra».
El 6 de noviembre se llevará a cabo a las 4:30 de la tarde la audiencia con el Santo Padre a los participantes en el seminario en la Universidad Pontificia Gregoriana. Allí se dará a conocer la Declaración común aprobada al término de la sesión.
En estos momentos, el manifiesto «Una palabra común» ha logrado el consenso de 271 líderes y profesores musulmanes de diferentes tradiciones islámicas de Oriente Medio, Asia, África, Europa y América del Norte.
La delegación que viene a Roma, además del gran muftí de Bosina, y del príncipe jordano, incluye a un ayatolá iraní, a profesores académicos musulmanes de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.
Conclusiones del Sínodo
El Sínodo de obispos del mundo sobre la Palabra de Dios, celebrado en el Vaticano en octubre fue informado sobre este encuentro y sobre la evolución del diálogo católico-musulmán.
Entre las proposiciones aprobadas por dos tercios de los participantes, la asamblea dedicó una al diálogo con el Islam recordando que el fundamento teológico para la Iglesia está recogido en la constitución del Concilio Vaticano Nostra Aetate, que en el número 3 afirma: «La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios».
Los creyentes en el islam, aclaró, el Sínodo, «hacen referencia a Abraham y rinden culto a Dios sobre todo con la oración, la limosna y el ayuno. El diálogo con ellos permite conocerse mejor y colaborar en la promoción de valores éticos y espirituales».
La asamblea insistió «en la importancia del respeto a la vida, los derechos del hombre y de la mujer, así como a la distinción entre el orden sociopolítico y el orden religioso en la promoción de la justicia y de la paz en el mundo».
«Tema importante en este diálogo será también la reciprocidad y la libertad de conciencia y de religión».
La asamblea pidió a las conferencias episcopales nacionales que «promuevan círculos de diálogo entre cristianos y musulmanes».