“Siguen llegando inquietantes noticias de la región de Kivu del Norte”, afirmó el Papa. “Sangrientos choques armados y atrocidades sistemáticas han provocado y están provocando numerosas víctimas entre los civiles inocentes”.
El Papa lanzó un fuerte llamamiento “para que todos colaboren a alcanzar la paz en esa tierra martirizada durante demasiado tiempo, en el respeto de la legalidad y sobre todo de la dignidad de toda persona”.
Benedicto XVI denunció la existencia de “destrucciones, saqueos y violencias de todo tipo, que han obligado a decenas de miles de personas a abandonar incluso lo poco que tenían para sobrevivir”.
“Se calcula que los prófugos son actualmente más de millón y medio”, añadió.
El Papa expresó, ante los peregrinos reunidos en la Plaza de san Pedro para el rezo del Ángelus, su cercanía a las víctimas, y mostró su apoyo también “a cuantos estás trabajando para aliviar sus sufrimientos”, especialmente “a los operadores pastorales de la Iglesia local”.
También hizo llegar “a las familias privadas de sus seres queridos, mi pésame y les aseguro mi oración de sufragio”.