BERLÍN, viernes, 14 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Amenazas, torturas y terror: los extremistas musulmanes ejercen una fuerte presión sobre la minoría cristiana en Pakistán pero, a pesar de ello, la mayor parte de los creyentes en Cristo permanece sólidamente anclada en su fe.
Algunos de ellos, sin embargo, se ven obligados a pasar al Islam, denuncia en esta entrevista concedida a ZENIT el arzobispo de Lahore y presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, monseñor Lawrence Saldanha.
La entrevista tuvo lugar en Berlín, después de que el prelado presentara el nuevo «Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo», redactado por la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
–En una carta enviada en septiembre, lanzó un llamamiento al neopresidente de Pakistán para que defienda los derechos de las minorías. ¿Qué respuesta ha tenido?
–Monseñor Lawrence Saldanha: No dijo nada. Recibió mi carta, que espero haya surtido algún efecto, pero no se ha pronunciado abiertamente sobre la cuestión. Creo de todos modos que ya es un hecho positivo que la haya aceptado.
–¿El problema de la discriminación en Pakistán es aún tan evidente como en el pasado?
–Monseñor Lawrence Saldanha: Sí, lo es, porque hoy la causa son los extremistas musulmanes, los fundamentalistas islámicos, que quieren imponer sus ideas sobre el Islam.
Sostienen concepciones muy rígidas y pretenden sobre todo que se introduzca el derecho islámico. Por ejemplo, querrían que las mujeres llevaran el velo y que los hombres se hicieran crecer la barba. Si dependiera de ellos, la música sería abolida, así como el cine y la televisión.
Pero quien paga este extremismo no son sólo los cristianos sino también los otros musulmanes.
–En 2007, se dieron varios intentos de aprobar leyes que prohibieran el cambio de religión. ¿Cuál es la situación actual?
–Monseñor Lawrence Saldanha: No han sido introducidas todavía pero siempre podría suceder. De este modo, todos –incluidos los mismos musulmanes– tendrían muchas dificultades para cambiar la propia religión.
Hoy sucede cada vez más frecuentemente que los extremistas presionan a los cristianos a pasar al Islam. Esto es para nosotros un problema serio. Están haciendo de todo para convertir al Islam a los cristianos y a los hindúes. Hay muchachas que han sido obligadas a casarse con musulmanes y a cambiar de religión. Una cosa semejante sucedió a enfermeras que prestaban servicio hospitalario. Es un fenómeno más bien extendido y que viola la libertad religiosa. Por esta razón, cada vez más a menudo estamos obligados a llamar la atención sobre estos hechos.
–¿Cómo afrontan los cristianos estos enormes desafíos?
–Monseñor Lawrence Saldanha: Muchos no prestan atención a lo que se les dice, otros dicen que se trata de bromas, mientras que otros tienen miedo. Y algunas veces son obligados a pasarse al Islam. Por ejemplo, conozco en Lahore al propietario de un negocio, que gana bastante, y que al final ha sido obligado por otros comerciantes a hacerse musulmán con tal de que le dejaran en paz. Si no, hubiera debido cerrar su comercio.
Como puede ver, el problema de ser una minoría está sobre todo en el hecho de que somos tratados en nuestra tierra como forasteros, aún siendo paquistaníes. Somos marginados en nuestra misma sociedad y por esto a veces nos vemos teniendo que afrontar grandes desafíos. La comunidad cristiana está muy preocupada por esta situación. Sus miembros tienen terror.
–¿Hay señales de esperanza para los cristianos en Pakistán?
–Monseñor Lawrence Saldanha: Ahora tenemos un nuevo Gobierno y nuestra esperanza es que se atenga al programa sobre libertad religiosa. Otro signo lleno de esperanza es que la policía cada vez más a menudo protege a los cristianos en peligro.
El Gobierno no está contra los cristianos. Hay sólo un grupito de extremistas que quiere imponer sus propias ideas. La gente tiene miedo de ellos porque recurren a la tortura, las amenazas, llegando incluso a matar. Matan a todos aquellos que no les agradan. Además, recurren incluso a los atentados suicidas con coche bomba para alimentar el miedo y amedrentar a las personas.
–¿Qué espera de esta visita a Europa?
–Monseñor Lawrence Saldanha: Nos auguramos que nuestros amigos en Occidente comprendan las dificultades que tenemos que afrontar. Somos una escasa minoría y por esto a menudo nuestra situación no se conoce. Mediante el Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo, y la rueda de prensa, muchos conocerán nuestra situación y podrán darnos su apoyo.
Por otra parte, tendremos problemas cuando los extremistas sepan de este evento. Se vengarán. Ya han asesinado a muchos periodistas. Cada año hay periodistas que sufren amenazas, y a veces algunos de ellos mueren porque escriben sobre sus actividades. Viven en una constante situación de temor: este es el problema de nuestro país. Incluso las emisoras de televisión reciben amenazas de atentados bomba.
–¿Qué podemos aprender nosotros de los cristianos de su tierra que viven en una situación tan difícil?
–Monseñor Lawrence Saldanha: Poseen una fe fuerte, son muy sólidos en la fe en Cristo y ponen su esperanza en Él. Confían en que Nuestro señor Jesucristo les ayude.
Ahora viven su fe de manera muy activa, nutren una mayor devoción, están muy comprometidos y han vuelto a venir a la iglesia. Todos estos hechos, de los que hablamos, han unido a los cristianos.
Oran y esperan que las cosas mejoren algún día. Esta es una lección que podemos aprender de ellos: el hecho de que siguen siendo fieles a su credo.
Por Dominik Hartig, traducido por Nieves San Martín