CIUDAD DEL VATICANO, martes, 18 noviembre 2008 (ZENIT.org).- El presidente de la federación internacional de Cáritas, con sede en el Vaticano, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, ha pedido un compromiso mayor para salir al paso de la dramática situación que viven los niños enfermos de sida.
El purpurado hondureño ha hecho su llamamiento en preparación del Día Mundial del Sida, que se celebrará el 1 de diciembre.
Si bien, «estamos celebrando el vigésimo aniversario del Día Mundial del sida», reconoce el arzobispo de Tegucigalpa, «el VIH sigue siendo el mayor obstáculo para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio».
«La pandemia ocasiona un sufrimiento humano incalculable. Amenaza la infraestructura social y económica de la familia humana. Hay que hacer más», exige en un comunicado enviado a ZENIT.
El purpurado anuncia que en el año 2009 Cáritas prestará particular atención a la situación de los niños enfermos de sida.
» Actualmente, una tercera parte de los adultos que necesitan los medicamentos antirretrovirales para prolongar su vida y mejorar las condiciones de la misma, los están recibiendo».
«Sin embargo, únicamente 15% de los niños viviendo con VIH reciben estos medicamentos esenciales. Muchos mueren antes de su segundo cumpleaños».
«Las empresas farmacéuticas y los gobiernos deben demostrar liderazgo desarrollando formulaciones pediátricas para el VIH y mejorando la realización de pruebas. Nosotros haremos campaña para evitar que se pierdan más vidas de niños vulnerables», pide el purpurado..
El cardenal confiesa que se siente «inmensamente orgulloso del liderazgo de Cáritas Internationalis, sus 162 miembros y sus contrapartes católicas en la respuesta a la pandemia del VIH».
«Juntos proporcionaremos una gran parte de la atención al VIH en los países en vías de desarrollo. Incidimos a todos los niveles para acabar con la discriminación y para que se elaboran políticas que tomen en cuenta las necesidades de los más vulnerables a la pandemia».
«Parte esencial del ‘capital’ de una persona pobre es su buena salud. Seguiremos comprometidos a aumentar ese patrimonio», concluye.
El concepto del Día Mundial del Sida se originó en la Cumbre Mundial de Ministros de Salud sobre Programas de Prevención del Sida en 1988. Desde entonces, los organismos de las Naciones Unidas, los gobiernos y todos los sectores de la sociedad civil se unen en todo el mundo cada año para celebrar actividades en torno a temas específicos relacionados con el sida.
Desde 1988, los esfuerzos que se han realizado para responder a la epidemia han dado resultados positivos. Sin embargo, el último informe de ONUSDA sobre la epidemia mundial de sida muestra que la epidemia todavía no se ha erradicado en ninguna parte del mundo.