BOGOTÁ, viernes 21 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- El secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Fabián Marulanda López, expresó por medio de una carta a los senadores de su país la preocupación por el «creciente monopolio de las multinacionales farmacéuticas» que bajo la excusa de la propiedad intelectual impone leyes «en detrimento del derecho a la salud y la vida de nuestros pueblos».
Actualmente el Congreso de Colombia estudia un proyecto de ley por medio del cual se aprueba un acuerdo de diálogo político y de cooperación entre la Comunidad Andina y la Unión Europea (CAN-UE), celebrado en Roma en diciembre de 2003.
El artículo 15 de este acuerdo habla del compromiso de «otorgar, en el marco de su legislación, reglamentaciones y políticas, una protección adecuada y eficaz a los derechos de propiedad intelectual de conformidad con las normas internacionales más estrictas».
En este texto se obligaría así a negociar los más altos niveles de protección vigentes en el mundo, «lo que podría resultar caótico para la salud de los colombianos», asegura la misiva escrita al Senado.
De otro lado, la carta señala que en caso de que se aprobara el proyecto de ley en el que se da vía libre a este tratado internacional, se debe dejar constancia expresa de que la aplicación de dicha ley «no implica para Colombia el compromiso de establecer estándares de propiedad intelectual superiores a los de la normativa vigente en el país».
Monseñor Marulanda presentó en su carta dirigida al Senado una breve mirada a la situación de salud pública en Colombia: «cerca de la mitad de la población no tiene suficiente acceso a las medicinas necesarias, o por no pertenecer a ningún sistema de seguridad social o porque no puede pagar de su bolsillo las que el sistema no suministra», dice.
En cuanto a los enfermos de sida, Marulanda auguró que 21.000 pacientes requieren de Antirretrovirales, de los cuales sólo 15.000 reciben este medicamento. «Los 6.000 restantes están condenados a morir en los próximos cinco años» dice el obispo.
En cuanto a los enfermos de cáncer, «menos del 40% de los medicamentos existentes en el mercado se encuentran en el Plan Obligatorio de Salud (POS) y menos de la mitad de los enfermos reciben un tratamiento adecuado», denuncia monseñor Marulanda quien asegura que algo similar ocurre con las demás enfermedades consideradas como de alto costo.
«La aprobación sin reserva interpretativa del artículo 15, agravaría sin duda esta situación», asegura el prelado.
El obispo mostró su deseo de que estas reflexiones «contribuyan a forjar un proyecto de asociación CAN-UE en el cual los pueblos de los dos bloques puedan reconocerse no sólo en las relaciones de mercado, sino en la construcción de un mundo socialmente justo y en paz».