ROMA, jueves, 4 diciembre 2008 (ZENIT.org).- El mártir es aquél que, «cuando todo cae y cuando está en juego la vida misma, le es fiel a Cristo porque se sabe amado». A está conclusión llega el sacerdote chileno Joaquín Allende, autor del musical «Pelícano, en tus manos», inspirada en mártires del siglo XX.
Luego de recorrer varios países de Europa, la obra fue presentada el pasado miércoles en la Basílica Santa María de los Mártires, más conocida como el Panteón, en Roma. La producción estuvo a cargo de la organización «Ayuda a la iglesia Necesitada» y la representación de la compañía polaca «Teatr A».
La premier de este musical, que mezcla la danza con el teatro y la poesía, se realizó en el año 2005 durante la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia y narra la historia de nueve personas o comunidades que en distintas circunstancias dieron su vida por defender a Cristo.
El título de la obra se debe a ese «pájaro blanco», el pelícano, que según la tradición, «se rasga el pecho y con su sangre alimenta a sus crías, resucitándolos de su hambre letal», explicó a ZENIT el padre Allende.
Los actores y cantantes inician la obra entonando las notas de «Adoro te devote», himno eucarístico, y finalizan con la misma pieza musical todos los héroes unidos en el escenario, vestidos de rojo, color del martirio.
Durante la obra se hace un recorrido por la vida de los diferentes mártires, con nueve escenas de siete minutos cada una. Desde el asesinato de seis mujeres catequistas en Tailandia en la navidad de 1940, hasta la muerte del padre Karl Leisner, mártir de la persecución nazi en Alemania.
El padre Allende aclaró el verdadero sentido del martirio: «Hoy aparece continuamente en la prensa que se entregaron al martirio estos suicidas que mueren matando. En cambio el mártir cristiano repite las palabras de Cristo: ‘perdónalos porque no saben lo que hacen'».
La fe en las artes escénicas
En diálogo con ZENIT, Piotr Chilpalski, uno de los actores comentó que en otras experiencias su grupo ha representado algunos pasajes bíblicos, pero que esta escenificación es distinta, pues en ocasiones se basa en las últimas palabras que pronunciaron mártires asesinados hace unos pocos años.
Aseguró que personalmente con la representación de Pelícano él se ha preguntado «si yo estaría listo para morir por algo como en cada historia narrada. Si esto pasara en mi vida, ¿qué haría yo?».
Dentro de la historia de estos «mártires» se presenta la de santa Gianna Beretta Molla, una madre de familia que murió en Milán en 1962 por salvar la vida de la hija que llevaba en su vientre.
Su hermana, la religiosa Virginia Beretta estuvo en la presentación de la obra: «Estoy contenta porque la siento en mi corazón y porque ella ha hecho mucho bien ahora que está en el paraíso», dijo a ZENIT la religiosa.
«Ella –Gianna– me hizo muchas confidencias, me expresó su gran dolor de morir porque dejaba a sus cuatro hijos pequeños. Era siempre una persona muy alegre, pero supo seguir a Cristo en el Calvario. De hecho no quiso calmantes porque quería mantener la lucidez y ser consciente de su estado y también ofrecer al Señor sus sufrimientos», testimonió la hermana Virginia.
Otros mártires que representa la obra son el sacerdote jesuita Miguel Ángel Agustín Pro, asesinado durante la persecución mexicana, en 1927, la beata ucraniana Tarsykia Olha Mackiv, asesinada en Krystynopil en 1944, el padre Alexander Men, sacerdote ortodoxo asesinado en Rusia en 1990, el arzobispo Oscar Romero, muerto en El Salvador en 1980, el padre Jerzy Popieluszko asesinado en 1984, el beato Francisco Castello, fusilado en España en 1936, el teólogo protestante alemán Dietrich Bonhoeffer, muerto en 1945 durante la persecución nazi.
Por Carmen Elena Villa