CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha expresado este lunes su “consternación” y dolor por las víctimas del terremoto que ha afectado esta madrugada a la ciudad italiana de L'Aquila, en la zona de los Abruzzos (en la cadena montañosa de los Apeninos).
El seísmo, de 5,8 grados en la escala de Richter, tuvo su epicentro en el Abruzzo, a unos 10 km de la ciudad de L'Aquila, y ha sacudido todo el centro de Italia. Por el momento se haba de un centenar de muertos y alrededor de 50.000 desplazados.
En un telegrama enviado al arzobispo de L'Aquila, monseñor Giuseppe Molinari, el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, expresó el “dolor del Papa por las queridas poblaciones afectadas por este trágico acontecimiento”.
En el mensaje, el Papa asegura sus “fervientes oraciones por las víctimas, y en especial por los niños”, e invoca del Señor “el consuelo para sus familias”, además de dirigir “una palabra de ánimo a los supervivientes y a cuantos de diversas formas están trabajando en las tareas de rescate”, y en contacto con Cáritas de otros países.
Por otro lado, el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, quien se encuentra estos días en Roma acompañando a la delegación de jóvenes españoles que recibió ayer la cruz de las JMJ en preparación de Madrid 2011, ha escrito un mensaje al cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova.
El purpurado quiso expresar, en nombre de la Conferencia Episcopal Española, sus condolencias por el terremoto a su homólogo italiano.