JERUSALÉN, domingo, 12 abril 2009 (ZENIT.org).- Con una exhortación a los cristianos de Tierra Santa a no avergonzarse de la propia fe, el patriarca latino de Jerusalén ha reflexionado en este domingo de Pascua en el impacto siempre actual de la Resurrección de Cristo.
En la mañana, Su Beatitud Fouad Twal celebró la misa del Domingo de Resurrección en la basílica del Santo Sepulcro, sobre el altar que se encuentra junto a la tumba vacía de Jesús.
El anuncio de la resurrección de Jesús había sido proclamado el sábado por la mañana, durante la «vigilia» pascual, que en el Santo Sepulcro se celebra en ese momento totalmente inusual a causa del «status quo», el reglamento que establece los turnos de uso de la Basílica entre las diferentes confesiones cristianas.
En este domingo por la mañana, la Basílica había acogido al patriarca greco-ortodoxo y al armenio, que celebran junto a sus comunidades el Domingo de Ramos. Los cristianos orientales celebrarán la Pascua el próximo domingo, según su propio calendario.
«En este día de Pascua, proclamamos nuestro ‘aleluya’. Lo cantamos primero en familia y luego entre nosotros. Pero no tenemos que avergonzarnos de mostrar nuestra fe en Jesús resucitado a todos, con el testimonio, la alegría y el amor fraterno. Debemos tener el valor de ser nosotros mismos, ante Dios y los hombres», dijo el patriarca durante la homilía del domingo.
«Nosotros, cristianos, somos atrevidos –subrayó en su primera Pascua como patriarca–. Nos atrevemos a hablar de alegría y de victoria sobre la muerte, cuando seguimos contando centenares de miles las víctimas de las guerras, las enfermedades, las catástrofes naturales en todo el mundo».
«Tenemos la valentía de creer en la victoria del mal sobre la muerte, mientras nos rodean diariamente imágenes de violencia y de guerra. Tenemos la valentía para creer en la victoria sobre el mal y sobre la muerte, mientras Tierra Santa acaba de ser ensangrentada en Gaza», aseguró.