LAGO DE GUADALUPE, martes 21 de abril de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Con una Misa concelebrada por más de cien obispos en la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, dieron inicio, este lunes, los trabajos de la 82 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Durante la Misa de la tarde, los prelados mexicanos volvieron a consagrar a la nación al Espíritu Santo, para invocar de la tercera Persona de la Santísima Trinidad, su protección en los momentos difíciles de crisis económica y de seguridad por los que atraviesa el país.

A lo largo de toda esta semana --en su sede de Lago de Guadalupe-- los obispos mexicanos, con la colaboración de los vicarios episcopales de pastoral, se proponen discernir el camino de renovación pastoral de las parroquias, a la Luz de Aparecida y en el impulso de la Misión Continental en México, a fin de ofrecer directrices de acción para las Provincias y las Diócesis.

"Tenemos una intención bien definida de renovar las parroquias y hacerlas lugar de encuentro con Jesucristo, casa y escuela de la comunión, instancia de formación y crecimiento espiritual de los cristianos, y plataforma de convocación y articulación para la vida y misión de la comunidad de discípulos", expresó el presidente de la CEM y arzobispo de Tlanepantla, monseñor Carlos Aguiar Retes, durante la homilía de inicio de esta 82 Asamblea Plenaria.

"Los obispos --subrayó monseñor Aguiar Retes-- estamos convencidos que la Iglesia católica en México debe intensificar su positiva presencia en la sociedad para reconstruir y fortalecer el tejido social, debe formar a los católicos y acompañarlos orgánicamente desde la Parroquia y la Diócesis, desde la Provincia Eclesiástica, y desde la Conferencia Episcopal para que los fieles católicos hagan presente el amor del Padre en el mundo actual, conducidos por el Espíritu Santo, a ejemplo de Jesucristo, el Señor".