COLOMBO, miércoles 22 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Los niños son los que más sufren en el conflicto que enfrenta en Sri Lanka a las fuerzas gubernamentales y a los rebeldes tamiles, según Caritas.
La organización católica ha lanzado un llamamiento en defensa de los inocentes que se encuentran atrapados en el conflicto en Vanni, en el noroeste del país.
Ha advertido que los civiles no pueden abandonar la zona controlada por los «tigres tamiles», y las zonas consideradas «de seguridad» han sido objeto de reiterados ataques.
El director de Caritas Sri Lanka, el padre Damián Fernando, afirma que el sufrimiento humano en Vanni es ahora insostenible.
«La gente afronta sufrimientos terribles porque es atacada a diario –recuerda Caritas en un comunicado enviado a ZENIT–. Muchos niños están atrapados en la zona de guerra».
Los bombardeos y las matanzas continuas provocan desplazamientos de la población, que está constantemente huyendo, y los heridos casi no tienen acceso a la ayuda médica, añade.
Además, el agua y la comida escasean desde hace semanas.
En este dramático contexto, Caritas Internacional ha lanzado un llamamiento para recoger 1.811.728,95 euros para prestar asistencia de emergencia a las víctimas del conflicto, a los que han perdido su casa, a los que han vuelto y a las familias afectadas por los combates, sobre todo a las mujeres y a los niños.
Caritas ayudará a cien mil personas con alimentos, agua potable, medicinas básicas y asistencia psicológica, pero advierte que las ayudas no bastarán si no finalizan los enfrentamientos o al menos un alto el fuego permite evacuar a los civiles.
«Las dos partes deben garantizar el fin del sufrimiento de la gente», declaró el padre Damián Fernando, que añadió que «Caritas está pidiendo al gobierno y a los rebeldes que garanticen la protección de los civiles».
Para el religioso, «es esencial que cesen los bombardeos en la zona de seguridad y permitir a los civiles abandonar los lugares de combate».
En su opinión, «sólo a través el diálogo pacífico se hallará una solución a este conflicto».
El sacerdote pidió a la comunidad internacional «mirar de frente el sufrimiento que estamos viviendo en Sri Lanka».
«Pedimos a las Naciones Unidas que introduzca Sri Lanka como prioridad en su agenda y utilice todos los medios para presionar a las partes enfrentadas para que busquen el fin de los enfrentamientos a través de la negociación».