CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 26 abril 2009 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que Benedicto XVI dirigió a los peregrinos al rezar este domingo la oración mariana del Regina Coeli, tras proclamar cinco nuevos santos.
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Al concluir esta solemne celebración, deseo dirigir un cordial saludo a todos vosotros que habéis querido venir personalmente para rendir homenaje a los nuevos santos. Expreso, ante todo, mi reconocimiento a la delegación del Gobierno italiano y a las demás autoridades civiles, en particular, a los alcaldes y los prefectos de las ciudades de los cuatro compatriotas elevados hoy al honor de los altares.
Saludo a la delegación del Orden de Malta. Con gran afecto, doy las gracias a los numerosos peregrinos provenientes de muchas partes de Italia. Deseo que esta peregrinación, vivida en el signo de la santidad y apoyada por la gracia del Año Paulino, pueda ayudar a cada uno a «correr» con más alegría y empuje hacia «la meta» final, hacia «el premio que Dios nos llama a recibir desde lo alto en Cristo Jesús» (Cf. Filipenses 3, 13-14).
En este contexto, me gusta mencionar también la Jornada de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, que se celebra hoy. A los cincuenta años de la muerte del fundador, el padre Agostino Gemelli, deseo que la Universidad Católica sea siempre fiel a sus principios inspiradores para seguir ofreciendo una formación válida a las jóvenes generaciones.
[A continuación, el Papa saludó en portugués, inglés, francés, alemán, español y polaco a los peregrinos. En español, dijo:]
Saludo con afecto a los fieles de lengua española presentes en esta celebración. Que Cristo, Buen Pastor, afiance en nosotros la alegría por haber recobrado, a través de su Resurrección, nuestra adopción filial y nos llene de esperanza en nuestro caminar hacia la Vida Eterna. Confiamos esta intención a la protección maternal de la Santísima Virgen María y a la intercesión de los cinco nuevos santos, que hoy he propuesto a la veneración de la Iglesia Universal. Feliz Pascua y Feliz Domingo.
[Luego, volvió a hablar italiano para concluir con estas palabras:]
Elevemos ahora nuestra filial oración a la Virgen María, que observó plenamente la Palabra de Dios, de manera que su amor en ella fue verdaderamente perfecto (Cf. 1 Gv 2,5a). Regina Caeli…
[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina
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