JERUSALÉN, domingo, 26 abril 2009 (ZENIT.org).- Este jueves se celebró por sexto año consecutivo el Maratón de la paz «Juan Pablo II» Belén-Jerusalén, organizado por el Comité Deportivo Italiano, en el que participaron israelíes, palestinos e italianos.
Los atletas salieron de la Plaza de la Natividad, en Belén, para llegar corriendo al corazón de Jerusalén «con el noble objetivo de abrir una brecha de paz en el muro de cemento que separa a los dos pueblos», explican los organizadores.
La carrera simbólica, de diez kilómetros, tiene lugar en nombre de la paz y de la fraternidad, afirma a ZENIT el presidente del Comité Deportivo Italiano, Massimo Achini, «no se corre con las piernas, sino con el corazón. Es hermoso ver cómo un gesto tan sencillo, como una carrera, es capaz de unir a personas y superar barreras».
«Durante la carrera, en el puesto de control se encontraron el alcalde de Belén y las autoridades israelíes, y esto representa un importante punto de contacto que muestra cómo el deporte hace correr la paz», añade.
«Tenemos el compromiso de hacer que esta cita sea cada vez más importante y grande con el pasar de los años», revela.
«Creo que el desafío ahora consiste en ampliar los horizontes y llevar esta carrera también a otras zonas de tensión a nivel mundial», considera.
El padre Ibrahim Faltas OFM, representante de la Custodia Franciscana en Tierra Santa ante las autoridades palestinas e israelíes, y presidente de la Fundación Juan Pablo II para Oriente Medio, ha subrayado que el mensaje de paz está recogiendo sus frutos, pues «el diálogo entre las partes se ha consolidado ente estos años y se ha reforzado la amistad entre los pueblos».
La llama fue encendida por la campeona olímpica de esgrima, Giovanna Trillini, junto con el obispo Joseph Clemens, secretario del Consejo Pontificio para los Laicos.
«Estamos aquí para promover el deporte y la paz en el Año de San Pablo y somos los precursores de la venida del Santo Padre», afirmó monseñor Clemens, antiguo secretario del cardenal Joseph Ratzinger, en referencia al viaje que el Papa realizará a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo.
Este maratón es el primero de uno más amplio, que tiene por título «Correr tras las huellas de san Pablo». En diferentes etapas, atravesará los lugares más significativos de la predicación del apóstol de las gentes, y concluirá en la plaza de san Pedro del Vaticano.