BARCELONA, lunes, 27 abril 2009 (ZENIT.org).- Un grupo de expertos asesorará a los obispos españoles sobre la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, a pesar de que esa reforma afecta sólo «muy indirectamente» a la Iglesia católica.
Así lo señaló el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Juan Antonio Martínez Camino, el viernes pasado en la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria de la CEE.
El Comité Ejecutivo de la CEE ha constituido el grupo de expertos que aconsejará a los obispos, inicialmente en el diálogo que iniciará el Gobierno con las confesiones religiosas en vistas a la reforma de la Ley de Libertad Religiosa.
De todas maneras, monseñor Martínez Camino destacó que esta reforma no tiene que afectar a la libertad religiosa de los católicos, que está regulada en los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede.
El portavoz de los obispos respondió a un periodista que le preguntó sobre la postura de la CEE ante la nueva Ley de libertad religiosa diciendo que «no conocemos la filosofía de la ley» y recordó que la reforma todavía no tiene un proyecto de ley.
«El Gobierno ha reiterado públicamente que no tiene voluntad de tocar los acuerdos; de ahí se deduce que la ley Orgánica de Libertad Religiosa no estará en contradicción con esos acuerdos», añadió.
También subrayó que «la Iglesia no tiene nada en contra de la laicidad del Estado, sino todo lo contrario: ha sido uno de los elementos históricos que ha contribuido de forma decisiva a que el Estado se configure de una manera autónoma respecto a los poderes religiosos».
«Si se trata de una ley informada por el principio de la sana laicidad, será bienvenida», afirmó.
Durante la Asamblea Plenaria celebrada la semana pasada, los obispos dialogaron, entre otras cosas, sobre la crisis económica, y destacaron la necesidad de que los cristianos ayuden a las personas que más lo necesitan ahora.
El portavoz de los obispos afirmó que la crisis moral se encuentra en el fondo de esta crisis económica y dijo que «la Iglesia quiere contribuir al fortalecimiento de la conciencia moral: del trabajo bien hecho, de la honradez, de no vivir para el enriquecimiento rápido,…», y «estimular a sus fieles a estar con quienes lo necesitan».
Los obispos de España constataron durante su reunión «con gratitud, el esfuerzo que Caritas y otras organizaciones eclesiales están realizando para atender las demandas crecientes de ayuda».
También se comprometieron a sostener y promover el compromiso de las instituciones católicas en la ayuda a quienes sufren más directamente las consecuencias de la crisis.
Por otra parte, los obispos conocieron detalles de la campaña publicitaria de la CEE a favor de la vida que comparaba un lince, especie en extinción, con un bebé que pedía respeto por su vida, y el eco que ha encontrado.
Monseñor Martínez Camino destacó que esa «campaña modesta, de precio bajo», ha logrado introducir en el debate «la perspectiva del derecho de los que van a nacer, que es sistemáticamente ignorada y es fundamental», y que -dijo- el Estado debe tutelar adecuadamente.
Preguntado por la opinión de los obispos sobre la selección embrionaria, monseñor Martínez Camino destacó que «esa técnica elimina a los enfermos y deja vivir a los sanos y eso no es curar», y que «por su amor a los enfermos, la Iglesia no puede estar de acuerdo con esas técnicas que eliminan a los enfermos».
«No son técnicas curativas, sino eugenésicas; ésa es la realidad y lo demás es propaganda; no se curará a nadie, porque ya está sano; se deja nacer a los sanos y se elimina a los enfermos», denunció.
«Nadie podrá dudar legítimamente de la compasión» de la Iglesia y de su cercanía a las personas, ya que «está junto a los que sufren, junto a los enfermos, desde siempre y también ahora», dijo.
Y añadió que la Iglesia «desea que se curen las enfermedades concretas de cada persona y de que se alivien sus dolores concretos, pero precisamente por eso es necesario ver qué implica esa técnica de selección embrionaria».
Preguntado por la opinión de los obispos sobre la educación diferenciada, ante la retirada de conciertos a colegios que la practican en algunas zonas de España, monseñor Martínez Camino declaró que «la CEE no tiene una opinión sobre ese tema».
Explicó que «en la Doctrina Social de la Iglesia no hay nada en contra de la educación diferenciada, pero tampoco a favor» y añadió que «es una cuestión pedagógica» que debe resolverse en ese ámbito.