CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI propuso este miércoles a los jóvenes que conozcan y se enamoren de Cristo, como fue el caso de santa Catalina de Siena (1347-1380).
En el día en que la liturgia recordaba a la religiosa dominica y doctora de la Iglesia, así como patrona de Italia, el pontífice la presentó también como modelo de enfermos y recién casados.
«Enamoraos de Cristo, como fue el caso de Catalina, para seguirle con empuje y fidelidad», les dijo el Papa a los jóvenes que se encontraban entre los peregrinos que participaron en la audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Dirigiéndose a los enfermos, algunos de ellos en sillas de ruedas, les propuso: «sumergid vuestros sufrimientos en el misterio de amor de la Sangre del Redentor, contemplado con especial devoción por la gran santa de Siena».
Por último, dirigiéndose a los recién casados, algunos de ellos venidos con sus trajes de boda, les aconsejó: «con vuestro amor recíproco y fiel, sed signo elocuente del amor de Cristo por la Iglesia».
La pasión por Cristo y la Iglesia hizo que Catalina de Siena, con tan sólo 29 años, viajara a Aviñón, donde en esa época los Papas habían trasferido su residencia, y convenciera a Gregorio XI de que tenía que regresar a Roma. Murió a los 33 años, repitiendo las palabras de Jesús: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». A pesar de que en su infancia había sido analfabeta, sus obras, que en buena parte dictó, son consideradas como clásicos del cristianismo.