CIUDAD DEL VATICANO, viernes 24 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha manifestado su cercanía al cardenal Julio Terrazas Sandoval, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra y presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, cuya residencia sufrió un atentado en la madrugada del pasado 15 de abril, provocando destrozos en la entrada del domicilio.

Un mensaje de solidaridad enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, en nombre del Papa, se une a las "oraciones de los obispos de esa Conferencia Episcopal, reunidos en asamblea ordinaria, de los sacerdotes, de las comunidades religiosas y de los fieles de esa querida nación, para expresar mi enérgica reprobación a lo acontecido".

"Cualquier acto de violencia, cometido con la única intención de dañar, vulnerar o intimidar a os dermis, es siempre reprochable e indigno de la persona humana y profundamente contrario a los valores cristianos del amor, de la comunión y del mutuo respeto", asegura el mensaje pontificio, leído por el nuncio apostólico, el arzobispo Giambattista Diquattro a los prelados bolivianos.

El cardenal Bertone, en nombre del Papa, expresa al purpurado boliviano "mi cercanía y apoyo" y pide que "las autoridades competentes harán todos los esfuerzos necesarios para esclarecer el deplorable acto".

El mensaje pide "al Señor que se busquen siempre caminos de reconciliación y concordia sincera, para consolidar la fraternidad y la solidaridad, que son las bases sólidas para lograr el justo progreso y construir una paz estable en el país".

"En esta circunstancia, al transmitirle a usted, a los hermanos en el episcopado y a toda la Iglesia boliviana, la bendición apostólica del Santo Padre, le encomiendo a la protección maternal de Nuestra Señora de Copacabana y aprovecho gustoso la oportunidad para reiterarle, señor cardenal, las seguridades de mi consideración y estima en Cristo", concluye el mensaje.

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), el arzobispo de La Paz, monseñor Edmundo Abastoflor, ha atribuido el atentado contra la casa del cardenal al clima de tensión política que vive Bolivia. El ataque ha suscitado una condena general en la opinión pública.