JERUSALÉN, miércoles 13 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha bendecido en Jerusalén la primera piedra del Centro Magdala que se construirá a orillas del Mar de Galilea a seis kilómetros de Cafarnaúm y del Monte de las Bienaventuranzas.
La sencilla y emotiva ceremonia se llevó a cabo este martes en la tarde al finalizar su visita al Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén que desde hace cuatro años está encomendada por la Santa Sede a la gestión de la Legión de Cristo.
«El Centro Magdala busca responder a las necesidades de los peregrinos cristianos que visitan la Tierra Santa, en concreto la zona de Galilea, y que necesitan de alojamiento así como de espacios de oración, información y aprendizaje cultural, de tal manera que puedan compenetrarse en estos lugares santos con un enfoque más profundo de la vida de Jesús, más acorde con los evangelios», explica la Legión de Cristo en su página web .
El Centro Magdala»se suma a la ingente labor que vienen realizando los frailes franciscanos en la atención a los peregrinos», explica la congregación religiosa.
Se estima que los lugares santos reciben anualmente a dos millones y medio de peregrinos, de los cuales el 70% visitan la zona de Galilea.
Al finalizar la bendición, el padre Juan Solana L.C., director del Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén, explicó al Santo Padre los alcances del proyecto y le mostró una presentación multimedia del centro.
En la ceremonia estuvieron presentes el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede, el patriarca de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, el nuncio en Israel, el arzobispo Antonio Franco, así como el padre Álvaro Corcuera L.C. y el padre. Luis Garza Medina L.C., director general y vicario general de los Legionarios de Cristo respectivamente.
El Centro Magdala contempla un hotel para hospedar a 300 personas, un centro que facilitará a los peregrinos a transportarse en imágenes a los tiempos de Jesús y experimentar, a través de diversas tecnologías multimedia, la fuerza y vitalidad de su mensaje de salvación para todos los hombres.
En el terreno también se contempla la construcción de la basílica de María Magdalena y un centro dedicado a los estudios sobre la mujer, de acuerdo a la dignidad que Cristo le otorgó y a su papel en la familia y en la sociedad.
La primera piedra bendecida por el Papa tenía esculpida una figura que representa la barca de Pedro con la frase evangélica «Duc in altum» (Rema mar adentro).
Al concluir su visita, el Santo Padre entregó al P. Juan Solana L.C. un tabernáculo que tiene en la puerta un relieve con la imagen del Buen Pastor, como regalo para el centro Notre Dame de Jerusalén y firmó el libro de visitantes distinguidos.