MANAGUA, martes, 19 mayo 2009 (ZENIT.org).- El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Leopoldo Brenes, se pregunta si lo más importante para este país es impulsar reformas constitucionales, que eventualmente permitan la reelección del presidente Daniel Ortega.
«¿Qué es lo más importante en este momento en nuestro país? ¿Será esto (reformas constitucionales) lo más importante? ¿Será lo más prioritario cuando vemos que hay una cantidad de gente que está sin empleo?», se preguntó monseñor Brenes, arzobispo de Managua, en declaraciones al canal 12 de la televisión local.
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha comenzado una movilización en el Parlamento, donde con sus aliados reúne mayoría ordinaria, con el objetivo de conseguir los dos tercios de votos necesarios para aprobar reformas constitucionales en la primera legislatura este año.
Ortega ha confirmado su interés por reformar la Constitución para establecer la reelección presidencial indefinida, que abiertamente persigue, y cambiar el sistema político del país de presidencialista a parlamentario.
Los sandinistas y los liberales del ex presidente nicaragüense Arnoldo Alemán (1997-2002) iniciaron negociaciones para reformar la Carta Magna, incluida la reelección presidencial, en octubre de 2007, pero las «congelaron» después de los comicios municipales de noviembre pasado, ganados ampliamente por el partido en el Gobierno y que los liberales señalaron como fraudulentos.
La Constitución de Nicaragua prohíbe la reelección presidencial consecutiva, pero no la alterna.
Las reformas constitucionales en Nicaragua deben ser aprobadas en dos legislaturas y con al menos dos tercios de los 92 diputados que integran la Asamblea Nacional, cifra que no alcanzan los sandinistas y sus aliados, que reúnen a 50.
El prelado sugirió al Gobierno sandinista actuar conforme a las prioridades de este país.
«¿Cuál es la prioridad en este momento en nuestra patria? A partir de eso (debemos) echar todas las fuerzas» para tratar de superar esa debilidad, apuntó.
El prelado nicaragüense dijo que los obispos del país aún no se han reunido para sentar una postura sobre esas posibles reformas a la Constitución, aunque admitió que han recabado «datos».
Adelantó que en su momento analizarán esa propuesta para «tener un único pensamiento» como Conferencia Episcopal.
La Iglesia Católica de Nicaragua ha sido crítica con el Gobierno de Ortega, que asumió por segunda vez el poder en enero de 2007.
El líder sandinista gobernó por primera vez Nicaragua de 1979 a 1990.
Los obispos han cuestionado al Gobierno por la corrupción, el uso de imágenes de la Virgen María con fines político-partidarios y, principalmente, por la falta de transparencia en las elecciones municipales de noviembre pasado, ganadas por los sandinistas.
Las relaciones entre los obispos nicaragüenses y el Gobierno se tensaron precisamente tras esos comicios municipales, que fueron denunciados como «fraudulentos» por la oposición.
La Iglesia en Nicaragua cuestiona una posible reforma constitucional
Se propone establecer la reelección presidencial indefinida