El arzobispo de San Salvador pide una estrategia efectiva contra la violencia

Se mostró de acuerdo con el Plan Global Anticrisis del Gobierno

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SAN SALVADOR, lunes, 22 junio 2009 (ZENIT.org).- El arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar, se mostró este domingo conforme con el plan anticrisis del Gobierno de Mauricio Funes y pidió al presidente impulsar una estrategia efectiva para combatir la violencia en el país que deja un promedio de trece muertes diarias.
 
«Ojalá que se diseñe el mejor plan con la mayor efectividad no sólo para combatir la delincuencia sino para solucionar el problema», dijo monseñor Escobar en una rueda de prensa tras celebrar la misa dominical en la catedral de San Salvador.
 
En las últimas semanas, El Salvador ha sufrido el aumento de la violencia con un incremento en los homicidios, con víctimas que van desde ciudadanos comunes hasta trabajadores de transporte, maestros, homosexuales y guardias privados de seguridad.
 
El arzobispo Escobar se mostró a favor de la decisión del presidente Funes de ordenar a la Fuerza Armada desplegar a contingentes de soldados para que acompañen a la Policía Nacional Civil (PNC) en la labor de patrullaje en las calles.
 
«Se están tomando acciones que me parecen positivas en contra de la violencia y una de esas es el que se este mandando al ejército a ayudar a la policía, ojalá que se tengan buenos resultados», reconoció el prelado salvadoreño.
 
Según cifras oficiales, en el país centroamericano de algo más de siete millones de habitantes se están registrando trece muertos a diario por causa de la violencia de violentas pandillas.
 
Asimismo, el arzobispo felicitó al gobierno por tomar en cuenta a los más pobres dentro de las medidas a tomar en el Plan Global Anticrisis anunciado la semana pasada por el presidente de la República.
 
«Nosotros, como Iglesia, no podemos hacer una evaluación técnica del plan anticrisis. Pero felicitamos al gobierno por tener en cuenta a los mas pobres y mas vulnerables en dicho plan. Hay mucha esperanza de que sea un plan efectivo y estamos contentos por las personas que están al frente de Economía, quienes son capacitadas y acertadas»,  afirmó el arzobispo.
 
El prelado señaló que la situación actual, a nivel nacional y mundial es tan grave que merece la atención de los diferentes sectores de la vida nacional.
 
En ese sentido, señaló como necesario que intervengan la empresa privada y todas las fuerzas vivas de la sociedad para enfrentar esta difícil situación que se vive en El Salvador y el mundo.
 
Recordó que la doctrina social de la Iglesia no ofrece una solución técnica a los problemas de economía, pero sí los principios filosóficos indispensables para responder con coherencia a las exigencias de los tiempos, y al continuo desarrollo de la vida social.
 
Los principios importantes, añadió, son la dignidad de la persona humana, el bien común, la solidaridad y subsidiariedad.
 
Por otra parte, dijo que aún siguen a la espera de la decisión de los partidos políticos sobre la ratificación en la discusión de los matrimonios de personas del mismo sexo.

«La iglesia no esta marginando a nadie, sino que quiere unificar a la familia», expresó.
 
También se refirió al Plan 2021 de Educación diciendo que fue un plan ampliamente concertado y que si se cambia se haga contando con la población . «Ojalá que el cambio sea favorable para una mejor educación», concluyó.
 
Periodistas consultaron al arzobispo sobre una posible ideologización en los nuevos planes educativos, a lo cual respondió que si se llega a dar el cambio en los programas educativos debe de hacerse después de una consulta con el pueblo.
 

 

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ZENIT Staff

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