CIUDAD DEL VATICANO, domingo 4 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI mostró hoy su preocupación por los violentos desastres naturales que han afectado a varios países del Sudeste asiático y del Pacífico a lo largo de esta semana.
En este sentido, hizo un llamamiento a todo el mundo “para que no les falte a estos hermanos y hermanas nuestra solidaridad y el apoyo de la Comunidad Internacional”.
Así lo hizo ante los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, tras el tradicional rezo del Ángelus.
“Mi pensamiento va, en este momento, a las poblaciones del Pacífico y del Sudeste asiático, golpeadas en los últimos días por violentas calamidades naturales: el tsunami en las Islas Samoa y Tonga; el tifón en las Filipinas, que sucesivamente ha afectado también a Vietnam, Laos y Camboya; el devastador terremoto en Indonesia”.
“Estas catástrofes han causado graves pérdidas en vidas humanas, numerosos desperdigados y sin techo e ingentes daños materiales”, observó el Papa.
También se refirió a “cuantos sufren a causa de las inundaciones en Sicilia (Italia), especialmente en la zona de Messina”.
“Invito a todos a unirse a mí en la oración por las víctimas y sus seres queridos”, pidió el Papa.
“Estoy espiritualmente cercano a los refugiados y a todas las personas en pruebas, implorando de Dios alivio en su pena”, concluyó.