CIUDAD DEL VATICANO, martes 1 de junio de 2010 (ZENIT.org).- Con su visita a Chipre, del 4 al 6 de junio, Benedicto XVI busca promover la paz en Oriente Medio, motivo por el cual en la ceremonia de bienvenida y despedida bendecirá simbólicamente un olivo, ha revelado este martes el portavoz vaticano.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha aclarado en un encuentro con los periodistas que no habrá cambios al programa del Papa en Chipre tras el ataque del ejército israelí a una flotilla de activistas que llevaban ayudas a Gaza.
«Se trata de hechos tristes y preocupantes del clima que se respira en el área, pero no creo que tengan influencia sobre el viaje. Sabemos que vamos a un área problemática. El Papa lo sabe y verá qué debe decir. Ciertamente dará un mensaje de paz de manera equilibrada pero explícita», ha explicado.
El primer viaje de un Papa a Chipre concluirá este domingo con la misa en la que entregará el «Documento de trabajo» («Instrumentum laboris») de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, previsto para el mes de octubre, en Roma, un acontecimiento sin precedentes en la historia.
«No será un documento largo. Su esquema se basa en las «Orientacione»s (Lineamenta), enriquecidas por las respuestas que mientras tanto han llegado», de las Iglesias locales que participarán, aclaró el portavoz vaticano.
Impacto ecuménico
El viaje a la isla, primera etapa del primer viaje apostólico de san Pablo, responde a la invitación del arzobispo ortodoxo de Chipre, Su Beatitud Crisóstomos II, gran promotor de la unidad de los cristianos que, cuando visitó a Benedicto XVI en el Vaticano, en junio de 2007, dijo: «Le queremos junto a nosotros».
El viernes, nada más llegar al aeropuerto internacional de Pafos, la primera cita del Papa en su viaje apostólico internacional número 16 (es el país número 19 que visita) será una celebración ecuménica en el área arqueológica de la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa de Pafos.
En el diálogo ecuménico, la Iglesia ortodoxa aprecia el apoyo recibido por la Iglesia católica ante la comunidad internacional para que las iglesias de la zona del norte de la isla bajo la ocupación turca de 1974 regresen a su legítimo propietario, una petición que hasta ahora no se ha escuchado.
«Se dará una acogida muy buena tanto por parte de las instituciones como por parte del arzobispo Crisóstomos II, pastor fuerte y respetado –ha explicado el padre Lombardi–. No daría demasiada importancia a las voces de metropolitas que no quieren participar en la acogida del pontífice. En muchas ocasiones hemos escuchado hablar de problemas, pero luego hemos visto una realidad muy diferente. Se trata de protestas qe no representan a toda la Iglesia ortodoxa. No hay motivo de preocupación».
La importancia de la visita para el ecumenismo es decisiva, según el padre Lombardi, sobre todo «si se tienen en cuenta las excelentes relaciones que se dan entre la Iglesia ortodoxa de Chipre y el Patriarcado de Moscú».
En Nicosia, en el arzobispado ortodoxo, el Papa visitará «el museo de los iconos y el apartamento del arzobispo Makarios III, que fue el primer presidente de la República de Chipre tras la independencia», a quien se deben las relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 1973.
El Papa quiere también que su visita sirva de apoyo a la pequeña comunidad católica de Chipre, el 3,15% de los 800.000 habitantes (81,5% ortodoxos). Entre los católicos, hay varios ritos, en particular, algunos son latinos (2,39% de la población), y maronitas (0.75%). Los armenios católicos y apostólicos son el 0,3%.
En Chipre, el 18% de la población es musulmana. El padre Lombardi reveló que podría tener lugar «un posible encuentro con los musulmanes locales», pero aclaró que «no es seguro».
En la capital, el pontífice se alojará en la nunciatura apostólica, que se encuentra en la línea verde, es decir, en la franja que controlan efectivos de las Naciones Unidas entre la zona greco-chipriota y la sometida a la ocupación turca. Por este motivo, en la nunciatura, «la protección del Papa será encomendada a las tropas de la misión de la ONU», reveló el padre Lombardi.